8/10/2024
Cada año, en España, se producen unos 25.000 episodios de parada cardiorrespiratoria fuera del ámbito hospitalario, un problema de salud pública de primera magnitud en el que la supervivencia de quien lo sufre depende, en gran medida, de que las personas que atienden al paciente en un primer momento sepan e inicien maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) rápidamente.
Desde hace años, primero en Europa y luego en todo el mundo, el 16 de octubre es la fecha designada como el Día Mundial de la Parada Cardíaca, efeméride sanitaria con la que se quiere poner el énfasis sobre la relevancia social de conocer las técnicas de RCP, iniciándose así la llamada "cadena de supervivencia" lo antes posible; además, en esa jornada coincide también la celebración del Día Mundial de la Anestesiología.
Sensibilizar a la sociedad en general y a todos sus agentes en particular, sobre la relevancia y repercusiones de la muerte súbita cardíaca; elaborar y difundir recomendaciones para la práctica y la enseñanza de la RCP de acuerdo con las guías internacionales; y estimular la educación sanitaria de la población en las técnicas de reanimación cardiopulmonar son algunos de los objetivos que diferentes entidades y organizaciones, entre ellas el Consejo Español de Reanimación Cardiopulmonar (C.E.R.C.P.), se plantean con el fin último de extender socialmente el conocimiento de las maniobras de RCP y soporte vital básico, de manera que cada vez sean más los ciudadanos que puedan afrontar la atención a una persona que sufre una parada cardiorrespiratoria, hasta la llegada de los servicios de emergencia.
En este contexto, el Grupo BioCritic, con la colaboración del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, conmemorará el próximo miércoles ese Día Mundial de la RCP y lo hará visibilizando en la calle, más concretamente en la Plaza de Zorrilla de nuestra ciudad, la transcendencia de una formación que permite a cualquier ciudadano convertirse en "primer interviniente", reduciendo así el tiempo hasta la primera comprensión torácica y la posible administración de una descarga por medio de un desfibrilador externo semiautomático (D.E.S.A.).
Para tal fin se instalará una carpa en la que, con la implicación de profesionales del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, coordinados por la Dra. Esther Gómez Sánchez, se habilitarán diez puestos con sus correspondientes maniquíes tipo torso.
La iniciativa permanecerá abierta en horario de nueve de la mañana a tres de la tarde; en ella, las personas que participen de esta acción de educación cívica en emergencias recibirán formación sobre reanimación cardiopulmonar, maniobras accesibles para la población en general y que debe ser conocida y practicada, pues se trata de una habilidad que salva vidas.