Confirmados 22 nuevos casos de tularemia
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El 99,6% de los pacientes a los que se les ha diagnosticado esta enfermedad están curados o evolucionan favorablemente
El número de nuevos casos de tularemia en Castilla y León confirmados por los Servicios de Epidemiología de la Consejería de Sanidad a lo largo de la semana 36 -entre el 2 y el 8 de septiembre- ha sido de 22.
Casos confirmados durante la semana 36 | |
Ávila | 0 |
Burgos | 3 |
León | 0 |
Palencia | 6 |
Salamanca | 0 |
Segovia | 0 |
Soria | 0 |
Valladolid | 8 |
Zamora | 5 |
TOTAL | 22 |
Estas confirmaciones responden a los criterios epidemiológicos referidos a enfermedades de declaración obligatoria, recogidos tanto en la normativa nacional como regional, en las que esta enfermedad aparece calificada como enfermedad de declaración obligatoria no urgente y se indican los criterios científicos para su confirmación analítica, para la que se precisa, entre otros aspectos, la valoración de dos muestras de sangre obtenidas de los pacientes, al menos, con dos semanas de separación.
El dato más relevante es que el 99,6 % de los pacientes que han sido diagnosticados con tularemia están curados o evolucionan favorablemente gracias al tratamiento prescrito de forma ambulatoria, contabilizándose en la actualidad una sólo persona ingresada por esta dolencia.
Sobre los antecedentes de exposición detectados tras las encuestas epidemiológicas realizadas por los Servicios sanitarios de la Junta, en los casos nuevos de la semana 36, los resultados son los siguientes:
Factores de exposición | |
Manipulación y/o despellejamiento de liebres | 1 |
Manipulación de cangrejos de río | 4 |
Paseos frecuentes por el campo | 3 |
Contacto con ganado | 3 |
Contacto con alfalfa, paja o estiércol | 1 |
Contacto con roedores (ratones y/o topillos) | 4 |
Agricultor, jardinero u otros trabajos con exposición medioambiental. | 3 |
Picadura de garrapata, insecto y/o otros artrópodos | 6 |
Contacto frecuente con otros animales vivos (perros, gatos, otros) | 3 |
Contacto con agua sanitariamente no controlada | 4 |
En varios de los casos se dan factores expositivos coincidentes
La tularemia es una enfermedad que presenta por lo general síntomas semejantes a los de un proceso infeccioso (aparición brusca de fiebre alta, malestar general y, en los procesos más graves, lesiones en los dedos y ganglios axilares, alguna vez ulcerados)
Es endémica en Castilla y León, no es contagiosa entre personas y tiene un adecuado tratamiento mediante antibióticos prescritos por facultativos.
La prevención es, sin duda, la mejor fórmula parta evitar el contagio de la tularemia, ya que la adopción de una serie de conductas fácilmente aplicables evita su transmisión.
Estas recomendaciones que la Junta de Castilla y León viene difundiendo para prevenir esta enfermedad son las siguientes:
Ha de evitarse el contacto con animales muertos, enfermos o con comportamientos no naturales.
Evitar el consumo de aguas no controladas sanitariamente.
Es necesario protegerse de las nubes de polvo en aquellos lugares donde proliferen animales susceptibles de la transmisión de la tularemia.
Utilizar ropas protectoras y productos repelentes, para evitar picaduras de insectos o garrapatas. Si se observase alguna garrapata fijada, hay que acudir lo antes posible a un centro sanitario.
Utilizar guantes y mascarillas cuando se capturen animales, se manipulen o éstos se retiren.
No permitir que los niños toquen animales muertos.
La carne de los animales silvestres ha de consumirse perfectamente cocinada. La congelación no inactiva el agente responsable de la tularemia.
Si se observa la presencia de animales muertos, con lesiones o con comportamientos no naturales, es necesario proceder a la comunicación de este hecho a los responsables de caza y/o sanidad animal.
En caso de aparición de síntomas sospechosos de esta enfermedad (fiebre, hinchazón de ganglios, úlceras cutáneas, etc.), ponerse en contacto con el médico.