Algunas personas tienen más probabilidades de desarrollar un melanoma y, por tanto, deben vigilarse de forma periódica. Estas personas son:


- Las que ya han tenido un melanoma, aunque se haya curado


- Los familiares directos de pacientes con melanoma


- Las que tienen un gran número de lunares o lunares de aspectos raro.


- Las que tienen nevus melanocíticos congénitos gigantes (de más de 20 cm de diámetro mayor)


- Las que tienen la piel muy clara y se queman fácilmente al sol


- Las que tuvieron quemaduras solares importantes en la infancia y/o adolescencia


- Las que practican frecuentemente actividades al aire libre.


Todos debemos observar periódicamente nuestros lunares, especialmente aquellos que están en zonas que habitualmente no nos vemos, como la espalda, la zona genital o las plantas de los pies. Ante cualquier lesión sospechosa deberá consulta al médico bien sea por experimentar algún cambio o característica sugestiva de transformación maligna.