El melanoma, que también se denomina melanoma cutáneo o melanoma maligno es un cáncer de piel que se desarrolla a partir de los melanocitos, que son las mismas células que dan coloración a la piel y constituyen los lunares.


El melanoma es una de las neoplasias más agresivas que se conocen porque el cáncer


puede diseminarse a otros órganos en el cuerpo en forma de metástasis, pero si se diagnostica precozmente mejora su pronóstico. De hecho si se consigue diagnosticar y tratar el melanoma en sus etapas tempranas, el pronóstico es bueno, existiendo alta probabilidad de curación.


La incidencia (número de casos nuevos) del melanoma ha aumentado espectacularmente en los últimos años. En España, a pesar de no tratarse de un tumor frecuente, la incidencia se ha triplicado en los últimos 40 años y se tiende a duplicar cada 10-15 años, relacionándose con la moda social de exposición al sol. Aún así sigue siendo el cáncer de piel menos frecuente.


Se está incrementado, tanto en jóvenes como en personas mayores. Esta elevada incidencia, ha generado una alarma social y médica, que obliga a tener un abordaje multidisciplinar, orientado fundamentalmente a la prevención que es muy sencilla y fácil de realizar. Por ello y a pesar del aumento del número de casos, la mortalidad se mantiene estable, probablemente en relación con la mejoría diagnóstica y precocidad quirúrgica.


En los hombres, los melanomas se localizan, generalmente, en el tronco, en la cabeza y en el cuello, mientras que en las mujeres, el melanoma generalmente se localiza en los brazos y las piernas. En raras ocasiones también puede aparecer en mucosas y otras áreas, como los ojos, la boca, región genital, el intestino grueso y otros órganos internos.


El melanoma afecta más a menudo a los hombres y mujeres de piel clara, pero puede afectar a personas con todo tipo de piel. Por lo general, el melanoma se presenta en adultos pe ro, en algunos casos, puede afectar a niños y adolescentes.


La piel es el tejido que envuelve el cuerpo y nos protege de agresiones externas tales como los cambios de temperatura, la excesiva luz solar, las heridas y las infecciones. La piel tiene dos capas principales: la epidermis (capa superior o externa) y la dermis (capa inferior o interna). pielpiel


Los melanocitos son un tipo de células que se encuentran en la parte inferior de la epidermis. Elaboran melanina, el pigmento que confiere a la piel su color natural. Cuando la piel se expone al sol, los melanocitos elaboran más pigmento, con lo cual la piel se broncea u oscurece.


Los nevus o lunares son manchas, con mayor o menor relieve, que aparecen sobre la piel. Los adultos presentan, en promedio, alrededor de 20-25. La mayoría se desarrollan a lo largo de la vida y su número depende de factores hereditarios, de la exposición al sol y otros factores como por ejemplo el embarazo. Casi siempre estas lesiones son benignas pero, cuando se produce en alguna de ellas alguna modificación de su aspecto, hay que estar alerta porque puede ser el primer signo de transformación en un melanoma.


Los estudios actuales apuntan a que la principal causa del melanoma es la sobre-exposición al sol. Las radiaciones ultravioleta forman parte de los rayos solares y su intensidad se ve influida por muchos factores:

- La posición del sol: cuanto más vertical esté el sol mayor es la intensidad de la radiación.

- La latitud: cuanto más cerca se está del ecuador, mayor intensidad de radiación.

- La altitud: la intensidad de las radiaciones ultravioleta aumenta 5% por cada 1000 metros de

altitud.

- La capa de ozono: a menor capa de ozono menor protección frente a las radiaciones

- Además es preciso tener en cuenta que: muchas superficies reflejan los rayos del sol y potencian

la exposición a las radiaciones ultravioleta (por ej., el césped o la tierra reflejan menos que la

nieve). No hay que olvidar que la radiación puede ser intensa incluso con el cielo nublado.


solsol La exposición excesiva a las radiaciones ultravioleta no solo se relaciona con el melanoma sino que también se relaciona con la aparición de otros tipos de cáncer cutáneo (carcinoma espinocelular, carcinoma basocelular),y con el envejecimiento cutáneo o fotoenvejecimiento consistente en la pérdida de la firmeza de la piel y la aparición de manchas solares.