¿Qué puede hacer la familia para prevenir problemas relacionados con la adicción a los videojuegos?
A continuación se aportan consejos y recomendaciones para que desde la familia podais prevenir problemas asociados a la adicción con los videojuegos.
- Los niños y niñas deben iniciarse en los juegos de la mano de los adultos, es decir, jugar en familia. Sabéis la gran importancia que tiene la comunicación para lograr un buen clima familiar y como herramienta en la prevención de problemas.
Disfrutar de los videojuegos debe de ser también una actividad compartida, una oportunidad para favorecer los vínculos entre los miembros de la familia, divertirse juntos, para comunicarse, crear complicidades, aprender, impulsar el desarrollo del pensamiento crítico y otras habilidades para la vida digital, animarlos a mejorar sus habilidades y felicitarles por sus progresos, así como educar en valores.
Es muy recomendable jugar a juegos cooperativos, donde se busca un objetivo común y se contribuye a fomenta el compañerismo y la amistad. Jugar con la familia o con los amigos es muy divertido.
- Dar ejemplo. Los menores tienden a imitar los comportamientos que perciben en otras personas de referencia y no tendrán en cuenta pautas si perciben que en su entorno familiar no se aplican.
- Enseñarles valores como el respeto hacia los demás en los entornos de juego y, en general, a través del uso de la tecnología como medio de socialización.Una referencia para profundizar en este aspecto es la siguiente: https://www.is4k.es/blog/familia-cibersegura-vi-educale-para-ser-un-buen-ciudadano-digital.
- Potenciar actividades presenciales, lúdicas, creativas, que favorezcan las relaciones interpersonales y es deseable que también algunas sean al aire libre. Es importante que los menores no dediquen la mayoría de su tiempo libre a jugar en línea o con la videoconsola y que lo hagan de manera equilibrada con el resto de sus responsabilidades.
El tiempo libre fuera de las pantallas es una oportunidad de aprendizaje vital que potencia el adecuado desarrollo de los menores, por tanto, es clave fomentar en ellos/as las actividades saludables que les gusten.
- Es muy importante establecer normas y límites claros del uso de videojuegos y su supervisión. Cada familia debe acordar con sus hijo e hijas a qué se puede jugar, cuándo y cuánto tiempo. Por ejemplo:
- Acordar un horario para el tiempo de juego. El horario es un mecanismo de control para que descansen el tiempo necesario, proteger el sueño, corrige posturas inadecuadas y que no fuercen la vista, horarios de comidas, así como la realización de tareas académicas, domésticas y de ocio.
- No hacer uso de los videojuegos una hora antes de acostarse (altera la conciliación y ritmo del sueño).
- El ordenador o videoconsola deben estar fuera de la habitación. Hacerlo en la habitación favorece el aislamiento social y familiar, perturba la realización de tareas académicas y altera los patrones de sueño. Así, hacerlo en un espacio común permite supervisar el juego desde que son pequeños, y con ello "normalizar" su utilización como una actividad familiar, observar sus reacciones y facilitar la interacción entre la familia.
- Sólo podrán jugar una vez acabados los deberes y las responsabilidades domésticas (recoger la mesa, bajar la basura, hacer la cama, etc.).
- No utilizar el juego (o el tiempo de juego) como castigo, premio o "guardería"
Un recurso muy útil para elaborar vuestras propias normas es el programa Internet Segura For Kids que ofrece modelos de contratos de uso de dispositivos.
- Necesidad de la supervisión y de detección de posibles riesgos:
- A qué contenidos están expuestos, qué valores transmiten.
- Atención al gasto económico, loot boxes (cajas botín), a los videojuegos freemium. No son gratis y tienen riesgos.
- Evitar sorpresas desagradables, comprar en tiendas oficiales y descárgalos de plataformas y portales online autorizados, es la mejor manera de evitar virus o enlaces peligrosos.
- Mantener el dispositivo y las aplicaciones siempre actualizados.
- Utilizar, siempre que sea posible, un antivirus.".
- La privacidad y el contacto con personas desconocidas (chats).
- Conocer si existen otros posibles conflictos interpersonales que le lleven a recurrir a las pantallas.
- Supervisar cambios de comportamiento.
- Supervisar cambios de rendimiento.
- Supervisar cambios de socialización (aislamiento).
- Crear cuentas diferenciadas para padres e hijos, de tal forma que la cuenta del menor esté supervisada y perfilada en base a su edad y capacidad de criterio.
- En el caso del juego en línea priorizar el juego con personas que conocen, evitar chats con desconocidos.
- Conocer a las amistades de tus hijos e hijas, también a las virtuales. Edúcales para que elijan adecuadamente las invitaciones de videojuego por internet. Adviérteles sobre la cesión de datos personales.
- Vigilar el uso del móvil ya que se pueden convertir en una pequeña videoconsola porque hay miles de juegos accesibles y de difícil supervisión.
- Escoger un buen juego para su edad teniendo en cuenta el código PEGI, que es un mecanismo de autorregulación diseñado por la industria para a través de iconos descriptores, orientar sobre la edad adecuada y el contenido específico.
Aun así, debemos saber que las indicaciones provienen de la propia industria y es muy aconsejable contrastar la información a través de internet o de revistas especializadas para decidir la conveniencia del juego para nuestros hijos/as y, sobre todo, reflexionar y conocer los valores que el juego promueve y cómo pueden influir en ellos y ellas (en su forma de relacionarse, exposición a violencia en cualquiera de sus formas, sexismo, racismo...). Para profundizar en este aspectos se recomienda la siguiente página Web: https://www.is4k.es/blog/identifica-los-contenidos-de-riesgo-de-los-videojuegos-con-el-codigo-pegi
- Decidir conjuntamente con los hijos/as qué juego comprar o descargar. Para ello tienen recursos que les dan información sobre el juego, la temática que tienen y la edad recomendada.
- Tú mandas en el videojuego. Utiliza el control parental.
Para evitar que accedan a contenidos inadecuados, seleccionar los juegos ajustados a su edad, controlar y supervisar el uso de compras digitales, el tiempo de juego o el nivel de interacción en línea (chat) y el intercambio de datos (mensajes de texto, contenido generado por el usuario). Además, la web de todas las consolas, dispositivos y sistemas, tienen un apartado sobre este tema.
Importante: Estas funciones han de ser un complemento a la supervisión activa de los adultos de referencia y no como un sustituto, y siempre con el conocimiento del menor.
Esta herramienta se utilizarán hasta la adolescencia, momento en el que según su grado de responsabilidad y madurez, se les irá dando la privacidad que ellos mismos irán demandando como en otros ámbitos de su desarrollo.
Un recurso útil es el programa Pantallas Amigas para videoconsolas https://www.pantallasamigas.net/como-activar-y-configurar-los-sistemas-de-control-parental-en-las-videoconsolas/.
- Es clave la gestión de la privacidad del menor para evitar compartir información personal que pueda derivar, por ejemplo, en una suplantación de identidad.