El papel de la familia
Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoLa alimentación es un hecho con importante influencia familiar y social. Los hábitos de los niños, niñas y adolescentes están fuertemente influidos por sus padres pues son ellos los que hacen la compra, deciden cómo preparar los alimentos, se los ofrecen y pueden comer junto a ellos.
Los profesores y compañeros del centro educativo también pueden influir en el comportamiento en relación a la comida.
Los niños y niñas pueden implicarse en la alimentación desde el momento de ir a la compra, guardar los alimentos, cocinar y comer en familia.
Implicarlos en la cocina puede ser una oportunidad de conocer los alimentos y aprender su preparación, facilitando su interés hacia ellos. Además, se pueden entretener y divertir.
Las comidas son oportunidades para la comunicación. En las comidas familiares debe haber un ambiente tranquilo, con la televisión apagada y sin la atención a dispositivos como teléfonos móviles o tabletas, sin discusiones.
Por eso conviene sentarse junto al niño o niña al que se está alimentando, ofrecer los alimentos de forma calmada y positiva, permitir que experimente, y estar atentos a sus señales de saciedad.
Entre el primer y el segundo año de vida se produce una etapa de transición entre la alimentación "de bebé" y las comidas familiares normales.
Las comidas familiares se asocian a un mayor consumo de frutas y verduras y un menor consumo de alimentos ricos en calorías, mejor cohesión familiar y reducción de problemas de conducta.
El tiempo dedicado a las comidas familiares ayuda a los niños a establecer rutinas saludables adicionales como limitar el tiempo que pasan frente a la televisión, desayunar con regularidad o evitar comer bocadillos entre comidas.
Además, brinda a los padres la oportunidad de servir como modelos de hábitos alimenticios saludables.
Sin embargo, no está claro si estos beneficios se traducen en un menor riesgo de obesidad.
Los hallazgos muestran una relación significativa entre las comidas familiares frecuentes y una mejor salud nutricional, en niños pequeños y mayores, en todos los países y grupos socioeconómicos, y para las comidas que se toman con toda la familia frente a uno de los padres.
Sobre la base de estos hallazgos, la investigación ahora puede enfocarse en conocer las causas de la relación entre la frecuencia de las comidas familiares y la salud nutricional.
REFERENCIAS:
Dallacker, M., Hertwig, R., Mata, J. (2018). The Frecuency of family meals and nutrition health in children: a meta-analysis. Obesity Review, 19(5):638-653
Valdés, J., Rodriguez-Artalejo, F., Aguilar, L., Jaén-Casquero, M.B., Royo-Bordonada, M.A. (2013). Frequency of family meals and childhood overweight: a systematic review. Pediatric Obesity, 8(1)