En el 2º año de vida continúan desarrollándose los mecanismos de programación metabólica, por lo que es interesante mantener la orientación en la alimentación que se inició a partir de los 6 meses de edad.

Además, debemos tener en consideración que es el momento de la creación de hábitos y estilos de vida que, posteriormente, van a favorecer o proteger frente a la aparición de la obesidad infantil.

La alimentación complementaria. De 13 a 36 meses de edadImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoLa alimentación complementaria. De 13 a 36 meses de edad

Algunos consejos generales sobre la orientación de la alimentación en esta etapa y la creación de hábitos saludables son los siguientes:

  • Es importante el control de la cantidad de alimentos con proteína animal que incluimos en la alimentación, ya que se está observando en la población infantil española un consumo excesivo de proteína animal, que incluso triplica sus necesidades entre 1 y 3 años de edad.
  • Respecto al consumo de proteínas es aconsejable aumentar la de origen vegetal (legumbres) y favorecer el consumo de pescados frente a las carnes.
  • Como mecanismo de control de exceso de proteína se recomienda proseguir con la lactancia hasta los 2 años de edad, con las siguientes orientaciones:
    • Es aconsejable calmar o inducir el sueño con otros recursos que no sea dar el pecho.
    • Intentar disminuir las tomas nocturnas para que pueda adquirir hábitos de sueño adecuados.
    • Utilizar el biberón sólo para líquidos, nunca con cereales o purés. La ingesta de 400-500 ml de leche al día puede ser suficiente. Aunque puede tomar leche entera de vaca, las leches de continuación o crecimiento en polvo tienen menos proteínas y son una opción muy recomendable.
    • El biberón se puede ir sustituyendo por un vaso adaptado, así beberá más lento y favorecerá la regulación de las señales de saciedad.
  • Otras recomendaciones sobre la alimentación en el segundo año de vida son:
    • La bebida habitual debe ser agua, además de la leche.
    • Los alimentos dulces, fáciles de aceptar, no deben formar parte de la dieta habitual (helados, golosinas, chocolate, azúcar, bollería industrial, zumos envasados, refrescos). Pueden programar su preferencia futura por este sabor.
    • Los sabores dulces no se deben utilizar ni para calmar ni para premiar. En general, no debemos utilizar la comida como premio o castigo.
    • La comida precocinada, los alimentos procesados o comidas de preparación rápida (hamburguesas, pizzas, etc.) no son adecuadas, pues contienen más grasas saturadas, azúcares y sal.
    • Ofrecer sabores y texturas variadas.
    • Se recomienda incorporarlos a la mesa familiar en las comidas diarias sin distraerle con juegos o pantallas.

Finalmente, otro aspecto a considerar es que si el niño rechaza un alimento, no se debe forzar a tomarlo. Hasta los 2-3 años tienen capacidad para ingerir la cantidad de alimentos adecuada a sus necesidades si les ofrecemos una dieta variada y sin forzarlos.

Por último, es muy importante favorecer la creación de estilos de vida activos, evitar el sedentarismo y, posteriormente, mantenerlos a partir de los 2 años de vida.


RECURSOS ADICIONALES:

Proyecto EPI-O de prevención de la obesidad.

Videos explicativos del concepto de programación temprana y su importancia en el desarrollo de enfermedades crónicas en los niños y niñas, dentro del contexto del Proyecto EPI-O de prevención de la obesidad infantil dirigido por Mercedes Díaz Rodríguez (investigadora y profesora de la Universidad de Cádiz).




REFERENCIAS

Dalmau, J., Peña-Quintana, L., Moráis, A., Martínez, V., Varea, V., Martínez, M.J. & Soler, B. (2015). Análisis cuantitativo de la ingesta de nutrientes en niños menores de 3 años. Estudio ALSALMA. Anales de Pediatría, Vol. 82(4), 255-266. https://doi.org/10.1016/j.anpedi.2014.09.017Este enlace se abrirá en una ventana nueva

Ferriz Mas, BC., Pérez Muñoz, C., Barroso Chirino, C. & Díaz Rodríguez, M. (2020). Recomendaciones durante los primeros 1.000 días para prevenir la obesidad infantil. Consejos a las familias. Revista Infancia y Salud, 2(4).
http://rinsad.uca.es/ojs3/index.php/rinsad/article/view/41/531Este enlace se abrirá en una ventana nueva