En algunos casos, debido a que los mecanismos del parto no se desarrollan adecuadamente, puede ser necesaria la intervención médica:

  1. Parto inducido: También se le denomina "parto provocado". A veces, cuando el parto no empieza de forma espontánea, o la salud de la madre o del niño así lo requieren, hay que iniciarlo de manera artificial. Se administran medicamentos que generen contracciones del útero o, en caso de que éstas ya hayan comenzado, aumenten su intensidad y frecuencia de forma que se mantengan adecuadamente hasta la finalización del parto.
  2. Parto instrumental: En ocasiones, hay que utilizar diversos instrumentos (forceps, ventosa, espátulas) para ayudar a salir al niño, sobre todo cuando el parto se alarga demasiado y el estado del niño o de la madre así lo aconsejan.
  3. Cesárea: Es preciso realizar un corte quirúrgico en el abdomen y en el útero de la madre para extraer al niño. Está indicada cuando el nacimiento por vía vaginal supone riesgos para el niño o para la madre.