Alcohol
Consumir alcohol es una costumbre arraigada en nuestra cultura, como parte de celebraciones y actos de sociabilización. Ese mismo consumo puede ser también un aspecto preocupante cuando se trata de nuestros hijos. El alcohol nos afecta de distintos modos a lo largo de las diferentes etapas de la vida.
SI MI HIJO O HIJA ADOLESCENTE BEBE ALCOHOL…
¿ME PREOCUPO?
Sí, debe preocuparse si su hijo o hija adolescente bebe alcohol, ya que el consumo de esta sustancia tiene puede interferir con el desarrollo normal del cerebro. Esto puede provocar problemas de memoria, pensamiento, juicio, comportamiento, aprendizaje y autoestima.
El consumo de alcohol en la adolescencia también puede interferir con el crecimiento y la pubertad, al modificar las hormonas del cuerpo.
Socialmente, el alcohol facilita la desinhibición, con efectos indeseados como accidentes con resultado de lesiones o incluso muerte, violencia, suicidio, infecciones de transmisión sexual, embarazo no deseado…
El cambiante rol de los padres a lo largo del desarrollo de sus hijos a medida que maduran y buscan una mayor independencia puede hacer que hablar sobre el alcohol sea un desafío.
Los adolescentes suelen empezar a beber por curiosidad, por presión social, por desinhibición o por problemas personales o familiares.
La mejor forma de prevenir el consumo de alcohol en los jóvenes es hablar con ellos sobre los efectos nocivos que genera, fomentar su autoestima y su capacidad crítica, ofrecerles alternativas saludables de ocio y diversión, y estar atentos a posibles señales de alarma.
El comportamiento de los padres puede ser un factor protector esencial para prevenir el consumo de alcohol y otras drogas en niños, niñas y adolescentes. La participación activa y afectiva de los padres y madres en la vida de sus hijos e hijas, contribuye a disminuir las conductas de riesgo asociadas al consumo de sustancias.
RECOMENDACIONES PARA QUE TU ESTILO PARENTAL SEA UN ESTILO PROTECTOR FRENTE AL ALCOHOL Y OTRAS DROGAS:
En cuanto a estilo de crianza, Parentalidad Positiva:
- Establecer vínculos afectivos cálidos, protectores y estables para que los menores se sientan aceptados y queridos.
- Estimular y apoyar el aprendizaje cotidiano y escolar para fomentar la motivación y las capacidades de los menores.
- Promover la autonomía y la responsabilidad progresiva para que los menores adquieran confianza y competencia.
- Respetar la individualidad y fomentar la autoestima para que los menores se valoren y se acepten a sí mismos.
- Proporcionar un entorno que ofrezca modelo para que los menores aprendan las normas y valores que los guíen en la protección de su propia salud.
En cuanto al consumo de alcohol:
- Establecer normas claras y coherentes sobre el consumo de alcohol en la familia y el entorno educativo
- Fomentar una comunicación abierta y respetuosa con los hijos sobre el tema del alcohol
- Ofrecer información veraz y adecuada a la edad sobre los efectos del alcohol en la salud
- Desarrollar habilidades personales y sociales en los jóvenes para resistir la presión social y tomar decisiones responsables
- Promover actividades alternativas al consumo de alcohol que sean atractivas e interesantes para los jóvenes
- Apoyar políticas públicas que regulen la producción, distribución, venta y publicidad del alcohol
Más información:
Ministerio de sanidad politica social e igualdad - Alcohol en menores no es normal¿Sabías qué?