Un trabajo con heroína permite anticiparse a problemas con la anestesia y la morfina

«¿Es posible, como ocurre con otras fuentes vegetales como el polen o la fruta, una sensibilización alérgica a las drogas?».
Esta fue la pregunta de Blanca Martín Armentia mientras trabajaba como técnico de farmacia midiendo niveles de drogas en orina. Fue el origen de una cadena de investigaciones, algunas ya culminadas, de inmunología y toxicología que se han basado en el concepto de que las drogas, además de su poder tóxico, podrían hacer sensibles a ellas a alérgicos de la población general y a toxicómanos, de la misma manera que los venenos de himenópteros (avispas o abejas) son tóxicos y potentes alérgenos a la vez.
Implicados varios departamentos del Río Hortega y la Asociación Castellano y Leonesa de Ayuda a Drogodependientes (Aclad), la investigación dirigida por la especialista en Alergología de dicho hospital, Alicia Armentia, ya permite constatar que sí existe tal hipersensibilidad con las repercusiones clínicas, de diagnóstico y tratamiento, entre otras consideraciones legales y sociales, que ello supone. De hecho, demuestra que algunos casos de fallecimiento por sobredosis en realidad lo son por una alergia grave, al igual que serias complicaciones de anestesia.
Dos son los estudios culminados y publicados en revistas científicas. Concretamente, este equipo analizó desde 2008 hasta el pasado año la 'Hipersensibilidad alérgica a cannabis en población consumidora y alérgica'. El segundo trabajo se centró en el opio buscando problemas de alergia con heroína y morfínicos con la importancia que supone las reacciones adversas en los analgésicos y extractos derivados del mismo para el tratamiento del dolor como la morfina, su empleo intraoperatorio y tras una intervención quirúrgica. Por último, y pendiente de la aprobación por parte de la Audiencia Provincial, que debe permitir trabajar con droga decomisada, están los futuros estudios con cocaína.
Las conclusiones generales son comunes a las dos investigaciones, la del cánnabis y la de la heroína. Ambas dejan claro que los drogodependientes tienen un alto riesgo de sufrir reacciones adversas graves en una operación quirúrgica y las dos revelan que las pruebas sencillas y habituales para detectar una hipersensibilidad son igualmente eficaces con los derivados opiáceos o con el cánnabis, al fin y al cabo son extractos de plantas, de la adormidera y de la marihuana. «Estas investigaciones son totalmente novedosas», explica la doctora Armentia. Nunca se ha señalado la posible sensibilización alérgica a drogas, al considerar que las reacciones a las mismas se deberían a causas tóxicas y la hipersensibilidad a cuestiones inmunológicas, «entendiendo ambas causas como excluyentes». Sin embargo, «no hay ninguna publicación que demuestre que ambos mecanismos sean independientes».
El primer trabajo, el del cánnabis, ha estudiado la reacción tanto en pacientes consumidores de marihuana como de otras drogas de abuso y también en población sana. En ambos estudios «hemos contado con la colaboración -que agradecemos enormemente, porque ha supuesto una gran aportación, de pacientes- de Aclad», destaca Alicia Armentia. La muestra fue de 340 personas. El equipo partió de un registro de 21.582 pacientes atendidos en los últimos 20 años de la consulta de Alergia del Río Hortega. De esta misma base se seleccionaron enfermos asmáticos por alergia al polen y los sensibilizados al tomate, tabaco y látex, «al ser posibles alérgenos implicados por reactividad cruzada». El grupo control estuvo constituido por 200 personas sanas, no fumadoras ni expuestas al tabaco. Obtenidos los extractos, la investigación aplicó pruebas diagnósticas 'in vivo' con tests y provocaciones e 'in vitro' para detectar anticuerpos específicos y caracterizar los alérgenos. Los resultados del trabajo, que ha sido premiado en las 38 Jornadas Nacionales de Socidrogalcohol, son contundentes. Las pruebas cutáneas y de determinación de IgE (inmonoglubina E), es decir, anticuerpos específicos, fueron métodos útiles para detectar una alergia al cannabis.
Rentabilidad
Esta sensibilización afectó más a jóvenes varones, con hábito tabáquico, con reacción también al tomate (el 72%), consumidores de alcohol (61%), estudiantes y desempleados. Los pacientes con sensibilizaciones más claras y que más acudieron a urgencias (36%) fueron los drogodependientes y alérgicos a tabaco y los cuadros más frecuentes fueron el asma, la urticaria y la anafilaxia. El trabajo concluye, por lo tanto, que la hipersensibilidad alérgica a esta droga, de consumo muy frecuente además, es una realidad incluso en consumos ocasionales y que las pruebas son rentables, de bajo coste, alta eficacia incluso en momentos en los que no se ha consumido. Tanto este trabajo como el de la heroína han sido subvencionados por becas de la Consejería de Sanidad con las que se ha podido dotar tecnológicamente la Unidad de Investigación del Río Hortega, y han contado con los servicios de Farmacología Clínica-Unidad Regional de Toxicología y la de Inmunoterapia, entre otros.
Los drogodependientes tienen un alto riesgo de sufrir reacciones alérgicas graves en una cirugía, dado que los opioides pueden provocar cuadros graves. «Es posible prevenir la sensibilidad a opiáceos como la morfina, heroína o codeína y las anafilaxias (reacción inmunitaria generalizada) intraoperatorias por métodos de rutina alergológica sensibles y específicos, la prueba más rentable es la determinación de anticuerpos a la semilla de adormidera». Son las principales conclusiones del trabajo sobre 'Hipersensibilidad alérgica a heroína y morfínicos en población consumidora y alérgica' que, dirigido también por la doctora Armentia, ha contado además de con pacientes de Aclad, con la colaboración del San Juan de Dios de Palencia y, al igual que el primero, con la Facultad de Farmacia del País Vasco y el servicio de Análisis Clínico y la Unidad de Investigación del Río Hortega.
La detección de sensibilización a heroína y mórficos por métodos alergológicos puede abrir una vía diagnóstico-terapeútica «con importantes repercusiones sociales, legales y de salud». Poder conocer que un paciente que ha de entrar en el quirófano tiene alergia a determinados analgésicos que pueden cambiar considerablemente el destino.
Además, aunque en los últimos años ha descendido el consumo de heroína, «se han asistido en urgencias muchos casos que pensamos erróneamente diagnosticados de sobredosis, ya que el cuadro clínico era generalmente de asma angioedema o anafilaxia», es decir, más propio de una alergia grave.
También en esta investigación el Río Hortega trabajó con un grupo control de 200 personas sanas, además de las 149 que finalizaron el estudio. Los resultados de este proyecto indican que los hombres (60,4%) fueron los más sensibilizados a la heroína, morfina y semilla de amapola. Todos los pacientes sensibilizados a heroína, lo estaban también a la semilla de opio. Además, dentro de los grupos no drogodependientes, la sensibilización a mórficos predominó en sensibilizados a tabaco y la polinosis no fue factor de riesgo de sensibilización a mórficos.