El número de casos de tularemia en Castilla y León confirmados por los Servicios de Epidemiología de la Consejería de Sanidad a lo largo de la semana 33 -del 12 al 18 de agosto- ha sido de 28, es decir, 17 menos respecto a los declarados durante la pasada semana.



Casos confirmados

durante la semana 33

Ávila

0

Burgos

0

León

0

Palencia

23

Salamanca

1

Segovia

0

Soria

0

Valladolid

1

Zamora

3

TOTAL

28



La confirmación de estos nuevos casos responde a los criterios epidemiológicos de confirmación de enfermedades de declaración obligatoria recogidos tanto en la normativa nacional como regional, en las que esta enfermedad aparece calificada como enfermedad de declaración obligatoria no urgente y se indican los criterios científicos para su confirmación analítica, para la que se precisa, entre otros aspectos, la valoración de dos muestras de sangre obtenidas de los pacientes, al menos, con dos semanas de separación.

El dato más relevante es que el 98,1% de los pacientes con diagnóstico confirmado de tularemia están curados o evolucionan favorablemente gracias al tratamiento prescrito de forma ambulatoria ¿sólo hay tres ingresados por esta dolencia-.


Sobre los antecedentes de exposición detectados tras las encuestas epidemiológicas realizadas por los servicios sanitarios de la Junta, en los casos nuevos confirmados a lo largo de la semana 33, los resultados son los siguientes:


Número de casos

Manipulación y/o despellejamiento de liebres

0

Manipulación de cangrejos de río

2

Paseos frecuentes por el campo

0

Contacto con ganado

2

Contacto con alfalfa, paja o estiércol

2

Contacto con roedores (ratones o topillos)

2

Agricultor, jardinero, etc.

3

Picadura garrapata, insecto, otros artrópodos

4

Contacto frecuente con otros animales vivos (perros, gatos, otros)

2

Contacto con agua no controlada sanitariamente

1

En estudio, desconocido o no detectado factor de exposición

13


En varios de los casos se dan circunstancias coincidentes



La tularemia es una enfermedad que presenta por lo general síntomas semejantes a los de un proceso infeccioso (aparición brusca de fiebre alta, malestar general y, en los procesos más graves, lesiones en los dedos y ganglios axilares, alguna vez ulcerados); es endémica en Castilla y León, no es contagiosa entre personas, tiene un adecuado tratamiento mediante antibióticos prescritos por facultativos y la prevención es, sin duda, la mejor fórmula parta evitar su contagio, ya que la adopción de una serie de conductas fácilmente aplicables evita su transmisión.