• En el período 2002-2006, la Consejería de Sanidad ha incrementado notablemente la vigilancia y el control de los posibles vectores de transmisión de la "Legionella", con la consecuente reducción en el número de casos de legionelosis

  • Los datos de 2006 contabilizan 2.113 inspecciones, con 546 muestras recogidas en instalaciones susceptibles, además de realizarse un estudio sobre 121 fuentes ornamentales repartidas por toda la Comunidad autónoma

  • La estadística de casos de legionelosis humana en 2006 se sitúa en 39, con una tasa de 1,55 casos por cada 100.000 habitantes, porcentaje muy inferior al 3,24 nacional



La Junta mantiene y desarrolla a lo largo de todo el año, pero especialmente en los periodos más adecuados estacionalmente, las actuaciones que componen el plan de prevención de la legionelosis en Castilla y León, cuyo objetivo último es el de evitar la transmisión de la enfermedad, haciendo para ello hincapié en la comprobación de la higiene y en la desinfección de las instalaciones en las que pueda existir una mayor probabilidad ser origen de legionelosis mediante las inspecciones regladas.

La legionelosis o "enfermedad del legionario", con su manifestación típica de neumonía, es una dolencia infecciosa que puede aparecer de forma esporádica o producir brotes epidemiológicos sobre todo en determinadas épocas del año.

Desde su reservorio natural en ríos, lagos y cursos fluviales, la "Legionella" puede colonizar diferentes reservorios hídricos y alcanzar, si se dan las condiciones adecuadas, sistemas que necesitan agua para su funcionamiento, como son las torres de refrigeración o los condensadores evaporativos.

En estos casos, si dichas instalaciones disponen de aerosoles, las gotas de agua en las que se hallé la bacteria pueden ser inhaladas y provocar la enfermedad.

La legionelosis es una enfermedad de distribución mundial pero dado que los edificios e instalaciones industriales, con circuitos complejos de abastecimiento de agua y torres de refrigeración productoras de aerosoles, están más extendidos en los países desarrollados, es en éstos donde la enfermedad presenta una mayor incidencia, pudiendo llegar a constituir un problema de Salud Pública.

Por ello, el control, mediante el mantenimiento de higiénico y la desinfección de estas instalaciones susceptibles de diseminar esta bacteria, es fundamental para evitar la propagación de la "Legionella".


CENSO DE INSTALACIONES Y RECOGIDAS DE MUESTRAS


El plan de prevención de la legionelosis en Castilla y León, dependiente de la Consejería de Sanidad de la Junta, se enmarca en el desarrollo del Real Decreto 865/2003, por el que se establece los criterios higiénicos-sanitarios referidos a la prevención y control de la legionelosis y se obliga a los titulares de torres de refrigeración y condensadores evaporativos a notificar a la Autoridad sanitaria, en este caso la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria, el número, ubicación y características de estas instalaciones.

En Castilla y León, este censo recoge la existencia de 1.170 instalaciones susceptible de riesgo (en 446 establecimientos), tanto en lo referido a torres de refrigeración como condensadores evaporativos y otras instalaciones.

También vinculado a esta planificación regional, la Junta dispone y desarrolla un sistema de recogida de muestras de agua en las instalaciones censadas, sistema que funciona de forma aleatoria pero también tras la declaración de algún caso o brote que haga sospechar de alguna instalación concreta como origen causal de esas enfermedades.

Para ello, desde la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria de Castilla y León se ha habilitado un sistema de recopilación y de gestión de toda esta información, resultante de las inspecciones que llevan a cabo en toda la región los Servicios de Sanidad ambiental.

De los datos recogidos, se deduce que la incidencia de la legionelosis en Castilla y León durante los últimos años, coincidentes con la puesta en marcha por parte de la Consejería de Sanidad de este plan de prevención de la enfermedad, se ha mantenido en niveles muy por debajo de la media nacional.


ACTIVIDAD DEL PLAN DESDE SU PUESTA EN MARCHA


En el período 2002-2006, la Junta ha incrementado notablemente la vigilancia y el control de los posibles vectores de transmisión de la "Legionella", con la consecuente reducción en el número de casos de legionelosis.

Los datos del último año, 2006, indican que en Castilla y León se han contabilizado un total de 2.113 inspecciones y han recogido 546 muestras en instalaciones susceptibles, además de realizarse durante ese mismo ejercicio un estudio sobre 121 fuentes ornamentales repartidas por toda la Comunidad autónoma, inspecciones y estadísticas de las que se han obtenido una serie de conclusiones y acciones preventivas en ese ámbito.

La estadística de casos de legionelosis humana en 2006 se sitúa en 39, con una tasa de 1,55 casos por cada 100.000 habitantes, porcentaje muy inferior al 3,24 nacional.

En 2005, en Castilla y León estaban censadas 1.166 instalaciones con torres de refrigeración y/o condensadores evaporativos, lo que suponía una media aproximada de 23 instalaciones por cada 50.000 habitantes.

La labor inspectora en ese ejercicio alcanzó las 1.198 inspecciones y se recogieron 162 muestras en establecimientos con torres, en centros sanitarios, en residencias de mayores, en balnearios, en piscinas, etc.

Por su parte, las legionelosis humanas fueron 33, con una tasa de 1,32 casos por cada 100.000 habitantes, siendo la tasa en el conjunto de España de 3.

En el año 2004 fueron 1.007 las inspecciones y se recogieron 164 muestras, reflejándose esta presión inspectora en una disminución de los casos a un total de 30 en toda Castilla y León, lo que supuso una tasa regional de 1,2 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la tasa nacional se situó en 2,76.

En el año anterior se habían desarrollado 621 inspecciones, con 112 muestras recogidas.

El número de casos de legionelosis en 2003 disminuyó a 49 respecto a los 69 casos registrados en 2002 -año en el que la Junta puso en marcha el plan de prevención de esta enfermedad en Castilla y León- y la tasa fue de 1¿97 por 100.000 habitantes, frente al 2¿95 nacional (la tasa regional en 2002 había sido del 2,8)