La Junta difunde consejos y recomendaciones ante la ola de calor
Detalle
Fecha de publicación
- La Consejería de Sanidad ha reeditado y distribuido 200.000 folletos y 2.000 carteles con recomendaciones y cuidados para la población en general y para los principales grupos de riesgo ante episodios de altas temperaturas
La Junta de Castilla y León ha repartido 200.000 folletos y 2.000 carteles informativos, reedición de los materiales ya distribuidos en años anteriores, con consejos y cuidados para la Salud de la población en general y de los principales grupos de riesgo ante situaciones de ola de calor.
La distribución de estos materiales informativos se hace a través de centros de Salud, oficinas de Farmacia, centros de día y servicios de prevención de riesgos laborales. Los contenidos de esta campaña preventiva también pueden ser consultados en el portal sanitario de la Junta de Castilla y León en Internet, www.sanidad.jcyl.es y, más concretamente, en el apartado de "Recomendaciones sanitarias".
Esta actuación de la Consejería de Sanidad se enmarca en el Plan Territorial de Protección Civil de Castilla y León (PLANCAL) y, más concretamente, en las llamadas "guías de respuesta", elaboradas con criterios adecuados a cada una de estas circunstancias, con el objetivo de establecer la planificación detallada y específica con la que hacer frente a distintas situaciones de riesgo, en este caso concreto, ante una posible ola de calor.
Estos 200.000 folletos y carteles informativos con consejos y actuaciones adecuadas para el cuidado de la Salud ante situaciones de altas temperaturas se distribuyen a través de centros de Salud, oficinas de Farmacia, centros de día y servicios de prevención de riesgos laborales.
CONSEJOS ANTE LAS OLAS DE CALOR
Entre las medidas en ellos contenidas y recomendables ante elevadas temperaturas ambientales, cabe recordar las siguientes: evitar salir de casa durante las horas centrales del día, beber más líquidos, sin esperar a que aparezca la sed; evitar comidas copiosas y bebidas alcohólicas, reducir, en la medida de lo posible, la actividad física; descansar con frecuencia a la sombra, usar ropa liguera, holgada y de colores claros; permanecer en espacios ventilados o acondicionados, utilizar las estancias y habitaciones más frescas de las casas; durante el día, mantener las persianas bajadas y las ventanas cerradas; abrirlas por las noches para ventilar; mantener los alimentos en el frigorífico y vigilar siempre las condiciones higiénico-sanitarias de los mismos, no permitir que ni niños ni ancianos permanezcan en el interior de vehículos con las ventanillas cerradas, ayudar a aquellas personas con mayor riesgo de sufrir los efectos del calor intenso.
En cuanto a estos grupos susceptibles de verse afectados por las consecuencias de las olas de calor, hay que prestar especial atención a los niños menores de cinco años, las personas mayores de 65 años, las personas con discapacidades, los enfermos crónicos y las personas expuestas a estas altas temperaturas, bien por causas laborales o por actividades deportivas.