La investigación es un proceso sistemático, organizado y objetivo. Es la curiosidad organizada y para ejecutarla es preciso establecer un método para la búsqueda sistemática de la respuesta.
Posiblemente existan muchos motivos diferentes, e incluso contradictorios, para desarrollar investigación. Algunos de ellos podrían ser la oportunidad de añadir algo de interés a las fronteras del conocimiento, obtención de prestigio, alcanzar éxito profesional, la notoriedad, acceder a una categoría profesional superior, etc.
Pero sea cual sea el motivo para investigar existe un fuerte argumento para que todos los profesionales de las ciencias de la salud debamos implicarnos en ella, ya que se está considerando una actitud no concorde con la ética el no comunicar experiencias pesonales, que como hipótesis o elaboradas mediante el método científico, pueden mejorar la practica profesional a todos los niveles.
No obstante los beneficios a obtener mediante la investigación son inequívocos:
- Podemos aportar elementos sustanciales para mejorar el trabajo diario.
- Se desarrolla una actitud crítica y científica.
- Permite el estudio de temas en profundidad.
- Mejoramos la habilidad en el manejo de las bases de datos y búsqueda bibliográfica eficiente y seleccionada.
- Adquirimos la capacidad de realizar una lectura crítica y seleccionada de la literatura científica.
Impulsar la investigación y la generación de conocimiento supone mejorar la calidad asistencial y el mejor aprovechamiento de recursos.
El fomento de la investigación, ya sea básica, clínica, en salud pública o de servicios de salud mediante estudios observacionales, experimentales, cuasiexperimentales, revisiones sistemáticas, meta-análisis, guías de práctica clínica, árboles de decisiones, análisis de los sistemas de organización, procedimientos de gestión, evaluación de tecnologías sanitarias y estudios de evaluación socioeconómica, es de una singular y distinguida relevancia.
Las sociedades avanzan inexorablemente en todos los sentidos, con una profunda preocupación por mejorar el sistema de salud, lo que implica un impulso y mejor gestión de la investigación e innovación a todos los profesionales interesados y capacitados.
La investigación en Atención Primaria en nuestro país ha ido creciendo desde los años ochenta, y progresivamente se encuentra hoy a un nivel muy importante y se ha convertido en un potencial al alcance de muchos profesionales, pero todavía queda mucha distancia, difícil y árida por recorrer, como conseguir publicaciones de alto impacto (cambio cualitativo) y los apoyos institucionales, resolver la falta de tiempo, nivel de conocimientos de la metodología, reconocimiento profesional y motivación, déficit de infraestructuras y escasa promoción de la cultura investigadora en los profesionales de Atención Primaria; pero como establece la Agencia de Evaluación de Tecnologías e Investigación Médica de Cataluña hay características que hacen de la Atención Primaria un buen campo para la investigación. (Poblaciones accesibles, procesos más prevalentes, continuidad en la atención, se valora al paciente en su contexto personal, familiar y comunitario).
El futuro inmediato de la investigación se encamina hacia la investigación en resultados de salud que se ha llevado a la realidad mediante las redes temáticas de investigación cooperativa (RTIC) de Atención Primaria. La red de Investigación cooperativa para la Investigación en resultados de salud y servicios sanitarios, (Red IRYSS) quiere coordinar diversas estrategias cuyos objetivos fundamentales son:
- Identificar problemas de salud.
- Analizar factores determinantes de sobre o infravaloración de la utilización de servicios sanitarios.
- Promover, valorar y aplicar estrategias válidas para su corrección.
La red de investigación de actividades preventivas y promoción de la salud (Red IAPP) es de gran importancia en la investigación española de Atención Primaria, siendo sus fines óptimos:
- Generar conocimientos válidos sobre la eficacia y efectividad de intervenciones innovadoras en prevención y promoción de la salud.
- Difundir los conocimientos disponibles a todos los profesionales y trasladar las evidencias científicas a la práctica clínica en todos los niveles.
- Sensibilizar a los profesionales, gestores y políticos de la importancia del desarrollo de actividades preventivas.
El desconocimiento de los factores que condicionan la salud de la población, sobre la historia natural de la enfermedad, sobre el tipo de atención sanitaria que se presta, etc. resulta muy costoso para la sociedad y deteriora la salud en su más amplio sentido.
Los criterios de la investigación, en el ámbito hospitalario, atención primaria y ámbito universitario, ya sea a nivel médico u otros titulados superiores, o ATS/DUES, matronas, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, asistentes sociales, etc., deben de ir dirigidos a mejorar la eficacia, efectividad y eficiencia de las actividades del sistema de Salud, con innovadora y alta calidad metodológica. Los resultados deben gozar de una mejoría percibida por los pacientes en idoneidad y superior asistencia.
La investigación forma una parte fundamental en la triada que configura la buena práctica en los profesionales de la salud (asistencia, docencia e investigación).
El papel de los investigadores en ejercicio y docencia exige inevitablemente adquirir la capacidad para valorar y utilizar los resultados de la investigación en el trabajo diario, y la investigación científica ha ampliado mucho los conocimientos en los que se apoya la práctica y la educación de los profesionales de las ciencias de la salud. El papel de los diplomados en ciencias de la salud en la investigación está teniendo un enorme interés e impulso siendo necesario ampliar y formar a los profesionales de este colectivo que lo necesiten en los fundamentos metodológicos de la investigación científica.
La investigación importa muchas realidades, hechos concretos y objetivos que es difícil exponer en su totalidad o resumir. Pero, aún no en orden de prelación, me gustaría destacar algunos: Promocionar el acceso a la investigación de los profesionales del sistema de salud del área de Soria. Mejorar los procesos asistenciales y de calidad de las prestaciones sanitarias. Concretar que los profesionales sanitarios sean protagonistas en la gestión clínica, evaluación de tecnologías sanitarias, análisis socioeconómicos y realizar y utilizar nuestra propia información sobre concordancia, rendimiento diagnóstico, probabilidad diagnóstica y el uso adecuado de nuestra demanda técnico-analítica. Ser capaces de difundir con honradez, modestia y sencillez nuestros resultados de investigación a la sociedad. Reconocer por parte de los equipos directivos la investigación como una necesidad para mejorar la calidad y eficiencia del sistema y que, en consecuencia, debe ser incentivada, cuidada, disponer de un tiempo y lugar adecuado para realizarla y someter a una evaluación sobre validez y aplicabilidad sus rendimientos. Es muy favorable conseguir con el tiempo profesionalización de personas para el desarrollo de líneas de investigación y dar apoyo metodológico.
En 1986 (ley 13/1986, de 14 de Abril) se proporciona un marco común para los organismos públicos y se fomenta la investigación en Ciencias de la Salud. Se establece que las actividades de investigación en Biomedicina y Ciencias de la salud deben promocionarse como elemento fundamental para el progreso del sistema sanitario, siendo uno de los principios rectores en materia de investigación el establecer las medidas para que la investigación científica y la innovación, contribuyan a mejorar de manera significativa y sostenible las intervenciones y procedimientos preventivos, diagnósticos, terapéuticos y rehabilitadotes (Ley 14/1986 del 26 de abril y Ley 16/2003 del 28 de Mayo). El plan Nacional de Investigación Científica Desarrollo e Innovación Tecnológica (I+D+I) prevé la dotación de equipamiento científico técnico para, entre otras propósitos, aumentar la capacidad de los grupos de investigación; ayudas que gestiona el Instituto de Salud Carlos III incluidas dentro del programa FEDER-FSE.