La hemoglobina glicosilada (HbA1c) se mide a través de un análisis de sangre que permite comprobar los valores medios de glucosa sanguínea durante los 2-3 meses previos al análisis. Por lo tanto, es útil para evaluar el grado de control metabólico y la consecución de los objetivos terapéuticos planteados.

El nivel recomendable de HbA1c, que su médico revisará periódicamente, debe individualizarse según sus características personales, como la edad, la evolución de la enfermedad y la presencia de otras condiciones de salud.

Recuerde que mantener niveles elevados de HbA1c durante períodos prolongados incrementa el riesgo de complicaciones. No obstante, un control glucémico demasiado estricto en pacientes ancianos puede aumentar el riesgo de hipoglucemias y otros eventos adversos. Por ello, es esencial que su médico adapte los objetivos de HbA1c a sus necesidades individuales.

A continuación, se presenta una tabla que muestra la relación entre los niveles de glucosa, la HbA1c y el riesgo de complicaciones.


Tabla Niveles de GlucosaTabla Niveles de Glucosa