La alimentación complementaria. De 6 a 12 meses de edad
Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoLa alimentación complementaria se considera el proceso por el cual se ofrece al lactante alimentos sólidos o líquidos como complemento de la leche materna o fórmula artificial para cubrir sus requerimientos nutricionales.
El inicio de esta etapa está muy relacionada con la maduración del bebé. Por ejemplo, hacia el 4º mes desaparece el reflejo de extrusión lingual (reflejo involuntario que hace que el alimento sea expulsado de la boca), permitiendo que el niño o niña ya sea capaz de deglutir alimentos semisólidos y también adquiere, a partir de ese momento, el sostén de la cabeza y del tronco.
Es un periodo muy importante en la nutrición del bebé porque se realizan cambios relevantes en la dieta (alimentos nuevos, sabores y texturas) hasta la incorporación a los hábitos alimentarios de la familia.
Además, supone una ventana de oportunidad para la prevención de enfermedades no transmisibles porque estos cambios influyen sobre la programación temprana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene en su página web una serie de recomendaciones que sirven de orientación general para conocer todo el proceso de introducción de la alimentación complementaria entre los 6 y 12 meses de vida.
En relación con la programación temprana y con el objetivo de evitar obesidad en el futuro, se aconseja que la alimentación y los hábitos en esta edad se basen en las siguientes consideraciones (Moreno Villares y cols, 2019; Ferriz Mas y cols, 2020):
- Introducir los alimentos proteicos progresivamente para lograr reducir la ingesta de proteínas animales hasta los 12 meses, ya que según recientes estudios realizados en España los niños y niñas españolas se alimentan con un exceso de proteínas en relación con sus necesidades.
- Evitar la introducción de sabores dulces como bebidas azucaradas, zumos, miel, etc. por el riesgo de programar preferencia al sabor dulce.
- Introducir una dieta variada con frutas, verduras, cereales integrales y legumbres.
- Los sabores nuevos se aceptan mejor por repetición, sin presión.
- Se aconseja la suplementación con 400 UI al día de vitamina D durante el primer año.
- Regular adecuadamente el ciclo de sueño con luz/oscuridad, con un ambiente a oscuras y sin pantallas para inducir el sueño.
- Fomentar el desarrollo de vínculos de apego seguro.
Queremos transmitir a las madres y padres que la información que aportamos tiene carácter general con el objetivo de sensibilizar sobre la importancia de esta etapa en la creación de correctos hábitos de alimentación y la prevención de la obesidad, pero el seguimiento personalizado de la alimentación de su hijo e hija deberá realizarse por el o la pediatra que tienen asignado en el centro de salud.
RECURSOS ADICIONALES:
Proyecto EPI-O de prevención de la obesidad.
Videos explicativos del concepto de programación temprana y su importancia en el desarrollo de enfermedades crónicas en los niños y niñas, dentro del contexto del Proyecto EPI-O de prevención de la obesidad infantil dirigido por Mercedes Díaz Rodríguez (investigadora y profesora de la Universidad de Cádiz).
Estudio ALSALMA 2.0
Presentación del estudio ALSALMA 2.0, que aborda el exceso de proteínas en la alimentación de los niños y niñas en España en los primeros años de vida.
REFERENCIAS:
Dalmau, J., Peña-Quintana, L., Moráis, A., Martínez, V., Varea, V., Martínez, M.J. & Soler, B. (2015). Análisis cuantitativo de la ingesta de nutrientes en niños menores de 3 años. Estudio ALSALMA. Anales de Pediatría, Vol. 82(4), 255-266. https://doi.org/10.1016/j.anpedi.2014.09.017
Ferriz Mas, B.C., Pérez Muñoz, C., Barroso Chirino, C. & Díaz Rodríguez, M. (2020). Recomendaciones durante los primeros 1000 días para prevenir la obesidad infantil. Consejos a las familias. Revista Infancia y Salud, 2(4). http://rinsad.uca.es/ojs3/index.php/rinsad/article/view/41/531
Moreno-Villares, J.M., Collado, M.C., Larqué, E., Leis-Trabazo, M.R., Sáenz-de-Pipaon, M. & Moreno-Aznar, L.A. (2019). Los primeros 1000 días: una oportunidad para reducir la carga de las enfermedades no transmisibles. Nutrición Hospitalaria, 36(1), 218-232. https://dx.doi.org/10.20960/nh.02453