• La Consejería de Sanidad colabora en la celebración de este simposio bianual en el que participan 170 profesionales del ámbito de la Microbiología, directamente relacionado con el control oficial de los alimentos que desarrolla la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria de Castilla y León que, en 2009, realizó más de 141.000 inspecciones con más de siete millones y medio de datos recogidos
  • El consejero de Sanidad ha inaugurado hoy el XVII Congreso Nacional de Microbiología de los Alimentos


La seguridad alimentaria, concebida como el conjunto de medidas encaminadas a proteger la salud de los ciudadanos de los riesgos físicos, químicos y biológicos derivados del consumo de los alimentos, ocupa hoy un lugar preeminente entre las preocupaciones de las autoridades sanitarias.


La Junta de Castilla y León, a través de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria, desarrolla las competencias que le son propias con el objetivo de que todas las etapas de la producción, transformación y distribución de los alimentos se desarrollen utilizando los procedimientos que garanticen, a la luz de los conocimientos científicos disponibles, un nivel elevado de protección de la salud de los consumidores.


La seguridad alimentaria engloba el conjunto de medidas preventivas a acometer por todos los actores implicados con el fin de protegen la salud frente a los riesgos físicos, químicos y biológicos que pueden presentarse en los alimentos, considerándose para ello dos principios elementales: el de precaución y el de que el "riesgo cero" no existe.


La Microbiología de los alimentos es una herramienta fundamental e imprescindible para la prevención de las enfermedades transmitidas por alimentos y para el control y la vigilancia que las autoridades sanitarias desarrollan de forma prioritaria en el ámbito de la salud pública, ya que las actuaciones para garantizar la mayor seguridad alimentaria contribuyen de forma decisiva en la mejora de la salud individual y en la calidad de la vida de la población.


La Comunidad de Castilla y León, por medio de sus Cortes regionales, acaba de aprobar la Ley de Salud Pública y Seguridad Alimentaria, norma desarrollada por la Junta que crea un marco legal pionero en España en el que se presta una especial atención y protagonismo al papel que juega la seguridad alimentaria dentro de la salud pública para lograr el más alto nivel de seguridad de los alimentos y la protección de los consumidores.


El consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Francisco Javier Álvarez Guisasola, ha inaugurado hoy el XVII Congreso Nacional de Microbiología de los Alimentos, reunión a la que asisten más de 170 profesionales de este ámbito del saber científico y en el que serán cuatro las grandes áreas de discusión: el desarrollo de estrategias emergentes de conservación de los alimentos; las aportaciones de la Biología molecular a la ciencia alimentaria; los nuevos aspectos de la Microbiología de los alimentos; y el análisis de las últimas novedades sobre la seguridad alimentaria.



ACTIVIDAD DE LA AGENCIA DE PROTECCIÓN DE LA SALUD EN 2009


El control oficial que lleva a cabo la Consejería de Sanidad y, más concretamente, la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria de Castilla y León está directamente relacionado por la Microbiología de los alimentos y supone la verificación, por parte de la Autoridad sanitaria, del cumplimiento por parte de los establecimientos e industrias alimentarias del amplio cuerpo legislativo dedicado a garantizar el más elevado nivel de protección de la salud de la población a través de la seguridad en los alimentos puestos a disposición de los consumidores.


Los datos referidos al pasado ejercicio de 2009 indican que en la Comunidad autónoma castellana y leonesa había 39.689 establecimientos alimentarios, con 8.252 industrias alimentarias y 158 mataderos, entre los que cuales 77 establecimientos tenían autorización para la exportación a terceros países con requerimientos específicos.


En ese período, los 636 profesionales sanitarios, principalmente veterinarios y farmacéuticos, distribuidos en las 157 zonas básicas de salud y 43 demarcaciones farmacéuticas de la Comunidad efectuaron 141.650 controles oficiales con más de siete millones y medio de datos obtenidos en los cuestionarios elaborados por la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria.


Además, la labor inspectora de los servicios veterinarios oficiales en los mataderos de la región permitió que, el pasado año, se faneasen más de 61 millones de animales, en concreto 61.155.433; en ese mismo período se obtuvieron 13.365 muestras de alimentos sobre las que se realizaron 42.562 determinaciones analíticas a través de los laboratorios de salud pública de los servicios territoriales de la Consejería de Sanidad.


Otros datos relevantes de la actividad de la Agencia en 2009 se refieren al Programa de muestro de alimentos, con 714 tomas realizadas; al Plan de investigación de residuos de origen animal, con 6.904 muestras tomadas; y sobre todo, la gestión de las alertas alimentarias recibidas a través del Sistema coordinado de intercambio rápido de información que, a nivel nacional fueron 185, de las que 38 fueron gestionadas en la región, con tres de ellas notificadas al Sistema desde la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria de Castilla y León.


Por último, en este repaso de la actividad de la Agencia durante el año anterior, la Consejería de Sanidad ha resuelto 789 expedientes sancionadores en materias relacionadas con la seguridad alimentaria.



PROMOCIÓN, COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN EN SEGURIDAD ALIMENTARIA


La Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria, además de su actividad directamente relacionada con el control oficial, incide en la promoción de la salud, la educación sanitaria y la comunicación de riesgos relacionados con la seguridad alimentaria.


Para ello desarrolla a lo largo del año distintas campañas de informativas y de formación para consumidores y profesionales, con diseños específicos para contenido y canales de comunicación variados con el objeto de alcanzar la mayor penetración en los grupos de población de riesgo en relación con cada uno de los temas a tratar.


Así se diseñan y se difunden consejos relacionados, entre otros, con la salmonella, el anisakis, la correcta conservación y elaboración de alimentos, la correcta fritura de alimentos, la caza, la recolección y el consumo de setas, las matanzas domiciliarias, etc., materiales que están disponibles para el conjunto de la población/consumidores tanto en Internet, a través del portal sanitario de la Junta en www.salud.jcyl.es/seguridadalimentariaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, como de la red de expositores con la que cuenta la Agencia, repartida en más de 300 centros públicos de toda la Comunidad, con el objetivo de mostrar, mediante folletos informativos, los mensajes sanitarios prioritarios en cada momento en relación con la protección de la salud y la seguridad alimentaria.


Junto esta actividad difusora, la Agencia también prevé mantener en 2010 su labor de formación y puesta al día de los profesionales competentes en el ámbito de la seguridad alimentaria: durante el presente año se llevarán a cabo un total de 52 acciones formativas, desarrolladas en 650 horas lectivas para más de 2.000 plazas.


Toda esta labor, tanto la de inspección y control como la de difusión e información y la formativa permiten que el conjunto de actividades que la Junta de Castilla y León realiza de forma continuada en la Comunidad autónoma tenga su reflejo en una mejora continuada y paulatina de la inocuidad de los alimentos en los últimos años.


Esta realidad ha transcendido a la opinión que los castellanos y leoneses tienen al respeto y así, el Barómetro de seguridad alimentaria, una novedosa iniciativa en el ámbito nacional puesta en marcha por la Consejería de Sanidad, indica que dos de cada tres personas consultadas consideran que la seguridad alimentaria ha mejorado en los últimos cinco años, obteniendo las actividades de la Agencia de Protección de la Salud y Protección de la Salud una evaluación mayoritariamente positiva por parte de los ciudadanos.