La Junta invierte casi cuatro millones en un sistema innovador que permite atender tres hospitales desde una sola cocina, incrementa la seguridad alimentaria, disminuye la proliferación microbiana y reduce los costes del proceso de producción

El consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Francisco Javier Álvarez Guisasola, ha visitado hoy la nueva cocina de línea fría puesta en marcha para atender a todo el Complejo asistencial de Zamora y valorada en 3.854.370,19 euros.

El sistema permite atender, con la producción de unos 690 menús diarios, a los pacientes del Hospital Provincial (donde están situadas físicamente las instalaciones), del Virgen de la Concha y del Hospital de Benavente, al mismo tiempo que reduce los costes del proceso de producción.

De este modo, un menú diario que antes costaba 20,7 euros, pasa ahora a valer 18,5 euros, lo que en un año supone un ahorro de 554.070 euros (cifra obtenida de multiplicar los 2,2 euros que se ahorran en un día, por 690 menús diarios y por 365 días anuales).

Esta técnica, basada en la refrigeración de los alimentos a una temperatura máxima de 3ºC, elimina también la posibilidad de proliferación microbiana afirmando la seguridad de los mismos.

Además la línea fría consigue conservar la comida entre 5 días y 21 días, incrementando las fechas de caducidad y disociando el momento de producción de los menús y el de su servicio, con lo que se evita que los trabajadores tengan que realizar turnos en festivos y fines de semana.

EQUIPAMIENTO Y FORMACIÓN

La nueva cocina emplea un equipamiento moderno y eficaz que incluye instrumentos como termoselladoras, abatidores, carros de transporte y retermalización y cubetas y barquetas herméticas desechables, entre otros.

Asimismo, su puesta en marcha ha ido acompañada de la celebración de cursos de formación, destinados tanto al personal de cocina como a los auxiliares de enfermería, que aseguran el buen uso de los equipos y la maximización de la calidad alimentaria.