El 24 de julio de 1953 se inauguró oficialmente la Residencia Sanitaria Onesimo Redondo, nombre primigenio del actual Hospital Universitario Río Hortega.
El Plan de Instalaciones del Seguro de Enfermedad, aprobado por Orden Ministerial de 19 de febrero de 1945, marca el comienzo de la planificación de una estructura sanitaria nacional. Entre los centros hospitalarios (entonces llamados residencias) se propone la construcción de la Residencia Sanitaria de Valladolid, cuyas obras comenzaron en julio de 1948, siendo inaugurada el 24 de julio de 1953 con el nombre de Residencia Sanitaria "Onésimo Redondo". Se inauguró con 35 pacientes de Cirugía.
En el momento de su puesta en servicio constaba de 310 camas y 72 cunas, aunque en un principio sólo se encontraban funcionantes 134 camas, con una plantilla de 93 personas. Estaba destinada a prestar asistencia sanitaria a 146.443 personas entre asegurados y beneficiarios.
Disponía de servicios de carácter regional, entre los que destacaban: Anatomía Patológica, rediumterapia y radioterapia. El Ambulatorio anexo contaba con consultas de distintas especialidades y una plantilla de 124 personas, entre médicos y personal de enfermería. Otras 27 personas prestaban servicios tanto en el hospital, como en el ambulatorio.
El edificio se construye en una parcela de 35.000 m, situada en la Rondilla de Santa Teresa, conocida entonces como Huerta de San Pablo. Ocupando en planta (con las edificaciones anexas) 6.558 my una superficie edificada de 28.248 m en el edificio principal, con una altura máxima de 10 plantas. El arquitecto fue D. José Martín Marcide, y la empresa constructora Agroman. El presupuesto total ascendió a 58 millones de pesetas (348.000 euros).
En la planta principal se ubicaban los laboratorios, la farmacia, y dos equipos de rayos X. En la planta primera, además de la zona de enfermería, destacaba la residencia de la comunidad, con capacidad para 16 religiosas, mientras que la tercera y la cuarta planta estaban destinadas a Cirugía General. La quinta planta para Cirugía Especial y en la sexta se encontraba Obstetricia. La séptima se destinaba a Pediatría, con 25 camas y 32 cunas, además de una zona quirúrgica destinada a la enseñanza de la Facultad de Medicina. En la octava se encontraba la residencia de médicos y practicantes, dos aulas para 30 alumnos cada una, así como una sala de observación.
Cabe destacar la existencia de un quirófano de urgencias en la planta baja y otros 10 en otras cinco plantas y que, en principio, todas las habitaciones eran individuales.