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El último Editorial de la revista francesa La Revue Prescrire ofrece un resumen del número especial de agosto donde se analizan las opciones terapéuticas que han constituido un avance decisivo para el beneficio de los pacientes:

Los auténticos avances terapéuticos son escasos, y pueden ser difíciles de detectar. Existen avances que parecen "obvios", por ejemplo, aquellos que aumentan el tiempo de supervivencia sin una disminución desproporcionada en la calidad de vida, o los que reducen el sufrimiento, o permiten evitar complicaciones o efectos adversos graves. Este es el caso de los primeros fármacos antirretrovirales y las primeras combinaciones de "triple terapia" para el tratamiento de pacientes infectados con el VIH. Estos avances fueron el resultado de una fuerte inversión pública en investigación; así como otros que han beneficiado a pacientes con enfermedades raras que han ido acompañados de regulaciones favorables.

Hay otros avances menos obvios, pero útiles, cuyo objetivo es mejorar la protección de las personas como la adición de un tapón de seguridad en el embalaje de medicamentos peligrosos para reducir el riesgo accidental por los niños o los dispositivos de seguridad para reducir el riesgo de lesiones por pinchazos en los profesionales de la salud. Estos avances son el resultado del trabajo en equipo de las empresas farmacéuticas y los fabricantes de dispositivos o de las agencias reguladoras que buscan mejorar el uso de los medicamentos.

En contraposición, hay avances que afectan a medicamentos más antiguos que ya no están protegidos por patente, y que apenas se valoran. Sin embargo, la evaluación de estos fármacos, la optimización de las dosis, la búsqueda de formas farmacéuticas mejor toleradas o la invención de envasados más adecuados constituyen también fuente de progreso real para los pacientes.