Portal del Medicamento
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El pasado 20 de octubre, la revista JAMA publicó "Reports of Pathological Gambling, Hypersexuality, and Compulsive Shopping Associated With Dopamine Receptor Agonist Drugs", un interesante artículo sobre la asociación entre la utilización de fármacos agonistas de la dopamina y la aparición de trastornos de control de impulsos.
Los fármacos agonistas de la dopamina (pramipexol, ropinirol, cabergolina, bromocriptina, rotigotina y apomorfina) son utilizados habitualmente en el tratamiento de los síntomas del Parkinson, el síndrome de piernas inquietas y la hiperprolactinemia. Estudios previos ya señalaban una posible asociación entre este grupo de fármacos y la aparición de trastornos de conducta tales como la hipersexualidad, la ludopatía o las compras compulsivas.
Tras el análisis de 2,7 millones de efectos adversos registrados por la FDA entre 2003 y 2012, los autores del estudio señalan que existe una evidencia significativa que asocia la aparición de trastornos de control de impulsos con la utilización de fármacos dopaminérgicos, siendo esta asociación más fuerte en el caso de pramipexol y ropinirol. Se identificaron 1.580 eventos adversos relacionados con trastornos de la conducta, siendo los más frecuentes ludopatía, hipersexualidad y compras compulsivas, observándose también dromomanía (obsesión patológica por trasladarse de un lugar a otro), cleptomanía, inclinación excesiva por las fantasías sexuales y trastornos de la alimentación. Parece ser que la aparición de este tipo de efectos adversos podría estar relacionada con el propio mecanismo de acción de estos fármacos al estimular receptores dopaminérgicos (principalmente D2 y D3) de determinadas regiones cerebrales.
Los autores confirman la existencia de evidencia de que los fármacos agonistas de los receptores de dopamina están asociados con los trastornos específicos de control de impulsos instando a las autoridades sanitarias a incluir esta información como advertencia a la hora de prescribir y utilizar este tipo de medicamentos.