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La prescripción diferida de antibióticos es una estrategia que contribuye a un uso más racional de los antibióticos en pacientes con infecciones respiratorias agudas no complicadas, principalmente en caso de duda sobre la necesidad de utilizarlos.

¿En qué consiste?

Consiste en realizar la prescripción del antibiótico al mismo tiempo que se instruye al paciente para que no inicie el tratamiento inmediatamente y para que sólo lo retire de la farmacia y lo tome en el caso de que los síntomas empeoren al cabo de unos días.

¿En qué casos puede utilizarse la prescripción diferida?

En las infecciones agudas respiratorias no complicadas, tales como faringitis, otitis media aguda, sinusitis aguda o bronquitis, cuando existe incertidumbre sobre el origen bacteriano de la infección y la necesidad de utilizar antibiótico.

NO debe ofrecerse a pacientes con síntomas o signos que sugieren infecciones severas y/o complicaciones graves (neumonía, mastoiditis, abceso periamigdaliano), con alto riesgo de complicaciones (enfermedad cardiaca, pulmonar, renal, hepática, neuromuscular, inmunodeprimidos, fibrosis quística) o a pacientes mayores de 65 años con criterios de riesgo (hospitalización previa, diabetes mellitus, insuficiencia cardiaca o tratamiento con glucocorticoides orales).

¿Qué ventajas tiene?

• Reduce el uso de antimicrobianos
• El paciente puede acceder inmediatamente al antibiótico en caso de no presentar mejoría
• Cambia la percepción del paciente sobre la utilidad y necesidad de los antibióticos
• Es fácil de implementar en la consulta
• Aumenta la satisfacción de médicos y pacientes

¿Cuál es su justificación?

Las infecciones respiratorias superiores son procesos muy habituales en la práctica clínica en atención primaria. Son mayoritariamente leves, autolimitados y de origen vírico, por lo que la efectividad de los antibióticos es marginal.

A pesar de no estar indicado en un alto porcentaje de pacientes, se prescriben antibióticos en el 80% de los pacientes con otitis media y sinusitis y en la mitad de las faringoamigdalitis.

En estos procesos los antimicrobianos tienen una eficacia modesta, ya que modifican ligeramente su curso, pero pueden causar efectos adversos y favorecer el desarrollo de resistencias. Además, su prescripción aumenta la frecuentación a la consulta médica en futuras ocasiones y alimentalas expectativas de los pacientes y la demanda de antimicrobianos.

¿Cuál es su evidencia cuando se compara con la prescripción inmediata?

• Una revisión sistemática Cochrane mostró que, a excepción de una tendencia a una mayor sintomatología entre los pacientes con dolor de garganta y niños con otitis media que recibieron prescripción diferida de antibiótico, en la mayoría de los síntomas no se observaron diferencias significativas. (Cochrane Database Syst Rev. 2013;(4):CD004417)

• Un ensayo realizado en Atención Primaria, reflejó escasa diferencia en la resolución de los síntomas y una reducción considerable en el uso de antibióticos y en la confianza en su eficacia. (JAMA. 2005;293(24):3029-3035).

• Otra revisión Cochrane posterior, coincide en que la prescripción diferida de antibióticos reduce el uso de los mismos y no encontró diferencias en cuanto al control de síntomas y complicaciones de la enfermedad. (Cochrane Database Syst Rev. 2017;9: CD004417).

• Por último, un reciente estudio multicéntrico realizado por médicos de Atención Primaria españoles observó mayor duración de los síntomas en los grupos en los que se aplicó la prescripción diferida, aunque las diferencias fueron clínicamente poco relevantes. Sin embargo, disminuyó notablemente el consumo de antimicrobianos y la creencia sobre su efectividad. No encontraron diferencias en cuanto a satisfacción de los pacientes. (JAMA Intern Med. 2016;176(1):21-9).

Autores: Alfonso Díaz Madero¹ y Mª Jesús Hernández Arroyo²

¹ Farmacéutico de Atención Primaria de Zamora

² Farmacéutica de Atención Primaria de Salamanca