La reducción del riesgo de recurrencia en el cáncer de mama positivo a receptores hormonales ha sido lograda con tratamiento antiestrógeno –tamoxifeno-, con inhibidores de la aromatasa -anastrozol, exemestano y letrozol- o con combinaciones de los dos. Todos los inhibidores de la aromatasa están autorizados en mujeres postmenopáusicas y exemestano además requiere que la paciente haya recibido tamoxifeno con anterioridad.
Los regímenes de tratamiento son variados y pueden consistir en la administración de tamoxifeno (2, 3 o 5 años) seguida de inhibidores de la aromatasa o la administración de inhibidores de la aromatasa -anastrozol o letrozol- desde el inicio. En cualquier caso, hasta ahora y según la evidencia científica, la duración del tratamiento recomendada con inhibidores de la aromatasa es de 5 años. Sin embargo, los resultados de un nuevo ensayo clínico publicado en N Eng J Med sugieren que prolongar el tratamiento de los inhibidores de la aromatasa a 10 años podría aportar beneficios significativos para las pacientes.
Los autores, muy optimistas con estos resultados, afirman que alargar la terapia con inhibidores de la aromatasa a 10 años podría resultar en unas tasas significativamente mayores de supervivencia libre de enfermedad y menor incidencia de cáncer de mama contralateral. En un editorial de la misma revista se comenta que la ausencia de beneficios globales no es sorprendente ya que las participantes, aleatorizadas tras 10 años desde el diagnóstico, habían superado el pico de riesgo de recurrencia. Añaden que, en cualquier caso, evitar el diagnóstico de un cáncer de mama invasivo ya es un beneficio en sí mismo.
En otro editorial, en este caso del BMJ, no son tan magnánimos con los resultados del ensayo anterior y dan mayor relevancia a los efectos adversos óseos. Durante el estudio 133 mujeres que tomaron letrozol mostraron fracturas óseas frente a 88 en el grupo placebo. La densidad mineral ósea (DMO) media de cadera se redujo un 3,2% con letrozol mientras que con placebo aumentó un 22,4%. Hay que señalar, que la proporción de pacientes en los dos grupos que tomaban fármacos protectores de la masa ósea -incluyendo suplementos de calcio, de vitamina D, moduladores selectivos del receptor de estrógenos y bifosfonatos- fue similar.
Comentario elaborado por Mª Isabel Jiménez Serranía y Belén Calabozo Freile