19/12/2024

Los medicamentos de alto riesgo son aquellos que tienen una probabilidad muy elevada de causar daños graves o incluso mortales cuando se produce un error en el curso de su utilización. Se ha publicado el documentoEste enlace se abrirá en una ventana nueva que adapta y complementa las recomendaciones generales de uso seguroEste enlace se abrirá en una ventana nueva publicadas en 2023 a la población pediátrica. El documento se estructura en tes apartados principales en el que se recogen:


- Una lista de referencia de los medicamentos de alto riesgo en pacientes pediátricos referencia por los centros sanitarios para establecer su propia relación de medicamentos de alto riesgo en la población pediátrica, como punto de partida para iniciar sus actividades de prevención.


- Programas de mejora de la seguridad de los medicamentos de alto riesgo, dirigidos a reducir los errores en todas las fases del circuito de utilización de los medicamentos, con la participación de pediatras y otros profesionales. Las actuaciones para desarrollar un programa de reducción de errores con los medicamentos de alto riesgo son:


1. Elaborar una lista de medicamentos de alto riesgo propia de la organización en los que priorizar la implantación de prácticas seguras.

como mínimo debe incluir

  • Para todos los pacientes: anticoagulantes, insulinas, opiáceos, bloqueantes neuromusculares, potasio IV, metotrexato oral (uso no oncológico) y citostáticos (excepto si no se utilizan en el centro).

  • Para pacientes pediátricos: agonistas adrenérgicos IV, antibióticos aminoglucósidos y vancomicina, medicamentos para sedación moderada y mínima, nutrición parenteral y paracetamol IV.

  • Se podrán incluir otros medicamentos adicionales


2. Seleccionar e implementar múltiples prácticas seguras en las diferentes etapas del circuito de utilización de los medicamentos, para cada uno de los grupos terapéuticos o medicamentos específicos incluidos en su lista de alto riesgo.

  • Priorizar las prácticas que sean muy efectivas, como las asociadas a la automatización y/o tecnologías, o moderadamente efectivas, como la estandarización y simplificación; y combinarlas con prácticas de baja efectividad que requieran que los profesionales sigan normas, protocolos o procedimientos para evitar el errores.

  • En los pacientes pediátricos. con frecuencia los errores derivan de la necesidad de realización de cálculos para ajustar la dosis o para fraccionar o diluir las presentaciones comercializadas, se deberán seleccionar prácticas seguras dirigidas a detectar y reducir estos errores.


3. Incluir prácticas que promuevan la participación activa de los pacientes, familiares y personas cuidadoras en el manejo seguro de estos medicamentos.

  • Correcto almacenamiento que evite intoxicaciones accidentales o usos inadecuados con estos medicamentos.

  • Proporcionar información escrita y materiales que les ayuden a garantizar su utilización segura, en un lenguaje fácilmente comprensible.


4. Difundir la lista de los medicamentos de alto riesgo y las prácticas establecidas y formar a los profesionales sanitarios. Mediante sesiones informativas o cursos.


5. Efectuar un seguimiento de la implantación de las prácticas y evaluar su efectividad. Indicadores de proceso y de resultados para revisar la implantación y para monitorizar la efectividad de las prácticas establecidas


- Prácticas generales de seguridad que se aconseja implantar para prevenir los errores con los medicamentos de alto riesgo en pacientes pediátricos.