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La revista OCU salud, en el número de febrero de 2016, revisa las ventas de cuatro grupos terapéuticos de gran consumo (inhibidores de bomba de protones, antidepresivos, hipolipemiantes y medicamentos que afectan al sistema renina angiotensina) y hace una estimación de la diferencia de coste si en cada grupo se prescribieran algunos principios activos de referencia en lugar de otros de mayor precio. Este planteamiento se solapa en gran parte con la estrategia de Eficiencia de Sacyl, encaminada a conseguir una adecuada gestión de los recursos, promoviendo la prescripción de los principios activos de referencia frente a alternativas de eficacia similar y con un mayor coste.

Es interesante que una asociación de consumidores informe a la población general de las opciones de mejora de la eficiencia en la prescripción, considerando la libertad de prescripción del médico y la posibilidad de que, para algunos pacientes, los fármacos de referencia puedan no ser los adecuados, pero también concienciando de que el gasto público sanitario es un problema de todos. Además, en alguno de estos grupos terapéuticos la aportación del paciente puede variar muy sustancialmente si se elige uno u otro principio activo de manera que, más allá del bien común, el paciente obtendría un beneficio económico inmediato con el cambio.

En algunos países, las asociaciones de consumidores tienen un importante papel en la elaboración de publicaciones de calidad que analizan y evalúan las aportaciones de los diferentes medicamentos. Es importante la coherencia entre los mensajes que se dan desde las consultas de nuestros servicios de salud y otras fuentes de información sin intereses comerciales, como es el caso de una asociación de consumidores.