17/04/2017
Fuente: CMAJ

La incidencia de neumonía aumenta con la edad. Otros factores de riesgo son: ser mujer, el tabaquismo, el abuso de alcohol, las enfermedades respiratorias y la comorbilidad. Es frecuente en adultos con enfermedad de Alzheimer y una de las principales causas de admisión hospitalaria.


Las benzodiazepinas están asociadas con lesiones por caídas y deterioro de la función cognitiva. Sin embargo, siguen siendo utilizados para el manejo de los síntomas neuropsiquiátricos asociados con la demencia. En los pacientes con Alzheimer es habitual el uso de benzodiacepinas y de otros no-benzodiazepínicos (zopliclona y zolpidem) que actúan de forma similar y, en muchos casos, administrados durante largos periodos de tiempo, aunque las guías de atención clínica recomiendan solo un uso a corto plazo.


Las benzodiazepinas inducen sedación y la sedación puede conducir a neumonía por un mayor riesgo de aspiración. Existen dos estudios caso control que han analizado esta relación: el del Reino Unido encontró un riesgo 50% mayor de neumonía asociado al uso de benzodiacepinas y el de Estados Unidos no encontró una asociación entre el uso de benzodiazepinas y la neumonía.


El estudio publicado en la Canadian Medical Association Journal Este enlace se abrirá en una ventana nuevaanaliza los datos de registros de 49.484 adultos residentes en Finlandia que tenían la enfermedad de Alzheimer diagnosticada entre 2005 y 2011. La edad media de los participantes era de 80 años y el 62,7% eran mujeres.


Se compararon 5.232 pacientes que tomaban benzodiazepinas y 3.269 que tomaban zopiclona y zolpidem con pacientes que no tomaban ninguno de estos fármacos.


Tomar benzodiazepinas se asoció con un riesgo considerablemente mayor de neumonía (RR de 1,28 (1,07 a 1,54)) y no se encontraron diferencias significativas en el grupo de pacientes tratados con zopliclona y zolpidem. El riesgo de neumonía fue mayor en los primeros 30 días de uso de benzodiacepinas, más del doble que en las personas que no las tomaron (2,09 (1,26 a 3,48)).


Los autores consideran que el riesgo de neumonía debe agregarse a la lista de posibles daños asociados con las benzodiacepinas en pacientes con demencia.