Tapentadol es un analgésico opioide que actúa como agonista del receptor µ e inhibe la recaptación de noradrenalina. La forma retard está autorizada para tratar el dolor crónico intenso en adultos, que solo se pueden tratar adecuadamente con un analgésico opioide. Sin embargo, los análisis de la evidencia científica llevados a cabo por diferentes organismos coinciden en que en dolor crónico los resultados de eficacia son muy limitados y los ensayos realizados presentan deficiencias metodológicas que impiden recomendar su uso. Incluso algunas agencias, como la francesa y la canadiense, han ido más allá y han adoptado la decisión de no financiar tapentadol en esta indicación.
En cuanto a los efectos adversos se produjeron en más del 65% de los pacientes tratados con tapentadol en 7 de los 8 estudios. La ventaja de mejor tolerancia gastrointestinal de tapentadol respecto a oxicodona estuvo influenciada por la rápida titulación que se llevó a cabo en el brazo de oxicodona, por lo que no se conoce si realmente existe alguna ventaja en este sentido.
Revisiones Cohrane
La Cochrane ha realizado dos revisiones para evaluar la eficacia y seguridad de tapentadol. Una en dolor oncológico (Wiffen PJ, 2015) y otra en dolor musculo esquelético (Santos J, 2015
).
Otros informes anteriores se pueden consultar en esta web, en el apartado de Informes de evaluación-tapentadol
El pasado 9 de enero, el Reino Unido ha publicado una alerta sobre tapentadol en la que se advierte que el uso conjunto de tapentadol y antidepresivos (ISRS, ISRSN y tricíclicos) o antipsicóticos puede incrementar el riesgo de mareo y síndrome serotoninérgico. Recomiendan prescribirlo con precaución en pacientes que estén tomando estos fármacos, así como en pacientes con antecedentes de mareos o epilepsia. También aconsejan comunicar a los sistemas de farmacovigilancia las reacciones adversas e interacciones sospechosas.
Comentario elaborado por Belén Calabozo Freile