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El Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) es un plan estratégico y de acción cuyo objetivo es reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencia a los antibióticos y, así disminuir el impacto de este problema sobre la salud de las personas y los animales, preservando de manera sostenible la eficacia de los antibióticos existentes.

Entre las líneas de trabajo del PRAN destaca la implementación de los Programas de Optimización del Uso de Antibióticos (PROA), que existen en cada uno de los centros sanitarios, tanto en el ámbito hospitalario como en el comunitario. Los PROA constituyen una herramienta fundamental para evitar el uso inapropiado de los antibióticos, una de las causas de la aparición y desarrollo de bacterias resistentes. Sus objetivos principales son:

1. Mejorar los resultados clínicos de los pacientes con infecciones.

2. Minimizar los efectos adversos asociados a la utilización de los antimicrobianos.

Las actuaciones para mejorar el uso de antibióticos y la calidad de la atención médica así como reducir la resistencia a los antimicrobianos incluyen:

• Desarrollo de guías locales actualizadas sobre tratamiento empírico en atención primaria, tanto para adultos como para pediatría, que incluyan recomendaciones sobre qué hacer y qué no hacer en el uso de antibióticos.
• Adaptación al entorno local, considerando factores como el ámbito (rural/urbano), el nivel socioeconómico de la población y la distancia a los hospitales de referencia.
• Organización en equipos multidisciplinares que incluyan profesionales de atención primaria y otras especialidades relacionadas con el diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas.
• Formación y comunicación a los profesionales de la salud sobre el uso adecuado de antimicrobianos y la importancia de la optimización en su uso.
• Monitorización de indicadores y revisión sistemática de prescripciones (auditorías) para evaluar el uso de antibióticos y realizar ajustes necesarios.

Es necesario que las características y actividades que tienen que ejecutar los equipos PROA, aunque se adapten a las circunstancias locales, tengan como punto de partida una base común que esté definida y que sea lo suficientemente homogénea a nivel nacional. Para conseguir este objetivo y, atendiendo al carácter multidisciplinar que se refleja en los equipos PROA, se han desarrollado las Normas de certificación PROA para equipos comunitarios y hospitalarios que incluye una mejora de la comunicación y la colaboración multidisciplinar entre equipos PROA de distintos niveles asistenciales; y establece objetivos, protocolos y procedimientos comunes.

La certificación de los equipos PROA, ya sea en un hospital o en una Gerencia de Atención Primaria, es un proceso diseñado para asegurar que los equipos PROA cumplan con los estándares de calidad y optimización en la prescripción de antimicrobianos, que se lleva a cabo en dos fases principales:

1. Auto certificación:

- Declaración responsable PROA que avala el cumplimiento de los estándares establecidos en las Normas de Certificación.

- Cuestionario que permite al centro auto-evaluarse.

- Presentación de evidencias documentales que verifiquen el cumplimiento de los "requisitos estratégicos", clave para la certificación.

- Revisión: el representante autonómico/coordinador? PROA revisa los documentos presentados para corroborar la veracidad de la información.

2. Certificación:

- Proceso de auditoría coordinado por la Comisión de Coordinación para la Inspección, dependiente de la Dirección General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad.

- Documentación adicional

Como puede verse en el mapa, Sacyl ha conseguido la autocertificación en el ámbito de Atención Primaria y en Hospital, gracias al trabajo de todos los equipos y en especial a sus coordinadores sin los que no sería posible haberlas obtenido.

En las próximas semanas se prevé la certificación de otros programas que están finalizando el proceso.

Comentario elaborado por: Alejandra García Ortiz