13/12/2017

El sobrepeso y la obesidad son consecuencia de un desequilibrio en el balance energético entre la ingesta y el gasto. Además influyen otros factores (genéticos, endocrinos, ambientales y sociales), más o menos identificados. Hay datos que establecen también la importancia de la flora intestinal, debido a su participación en el metabolismo energético.


Las infecciones y la cantidad de antibióticos tomada pueden alterar la composición de la flora microbiana e interactuar con el sistema inmunitario. Esto podría tener consecuencias a largo plazo para el metabolismo energético.


Los antibióticos, debido a la alteración que producen en la flora intestinal, podrían influir en el aumento de peso.


Se han realizado 7 estudios observacionales que, aunque son muy heterogéneos, involucran aproximadamente a 300.000 niños. Coinciden en que la obesidad es más frecuente en los casos de exposición a antibióticos antes de los 2 años de edad y proporcional al número de tratamientos.


Otros dos estudios han encontrado un aumento relativo del 10% al 50% en el riesgo de obesidad en niños expuestos a 4 o más ciclos de antibióticos en los 2 primeros años de vida, en comparación con niños no expuestos. Los macrólidos parecen ser los antibióticos más asociados a un mayor riesgo.


Aunque el nivel de evidencia de los datos de estos estudios es bajo, son coincidentes en sus resultados: la obesidad, el sobrepeso o el aumento de peso parecen ser más comunes en niños expuestos durante los 2 primeros años de vida a múltiples ciclos de antibióticos.


El balance beneficio-riesgo de la prescripción de antibióticos en un niño debe considerarse caso por caso, sin trivialización o automatismo. Los macrólidos deben reservarse para situaciones de intolerancia o fracaso de las penicilinas.


La Revue Prescrire Diciembre 2017Este enlace se abrirá en una ventana nueva