Medicamentos y ola de calor
30/06/2016
Las altas temperaturas asociadas al verano pueden influir en la salud de la población, en especial en los pacientes que están siguiendo algún tratamiento farmacológico, sobre todo si este es de larga duración, y en pacientes que toman varios medicamentos, especialmente en los de edad avanzada.
Desde el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, al igual que en años anteriores, se ha elaborado un Plan de Prevención de Efectos de Altas temperaturas, en el que se ofrece información general útil para estos días de calor. Por parte de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León se ofrecen también una serie de consejos ante una ola de calor y recomendaciones para la exposición al sol.
Por otro lado, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) presenta una nota informativa (MUH, 8/2016), dirigida a la prevención de los efectos de la ola de calor en las personas, que ofrece una serie de recomendaciones específicas en relación con los medicamentos y detalla cuáles presentan más riesgos.
Hay una serie de consideraciones muy importantes:
- Identificar las personas de mayor riesgo, como los mayores de 65 años, los lactantes y los menores de 4 años, los dependientes, las personas con afecciones crónicas (enfermedades cardiovasculares, respiratorias, mentales -demencias- u otras enfermedades crónicas -diabetes, etc.-) o personas con situaciones agudas que requieran medicamentos.
- Mantener un estado de hidratación óptimo: Beber abundantes líquidos, incluso aunque no tenga sed.
- Valorar los medicamentos que pueden provocar alteraciones en la hidratación corporal o aquellos que pueden afectar al riñón.
- Revisar con el médico o farmacéutico la medicación que se toma de forma habitual para identificar los fármacos que podrían dar problemas con el calor:
- Evitar tomar medicamentos de venta libre si no ha consultado antes sus posibles efectos relacionados con las altas temperaturas, en especial los antiinflamatorios, ya que pueden alterar el riñón, y la capacidad del cuerpo de adaptarse a los aumentos de temperatura.
- Mantener las medicinas en un lugar fresco, seco y alejadas de fuentes de luz y calor; el calor puede alterar su composición y sus efectos.
El médico puede realizar una serie de valoraciones para evitar los problemas relacionados con los medicamentos y las altas temperaturas:
- Evaluar si el estado de hidratación es correcto antes de tomar cualquier decisión sobre el tratamiento. Comprobar que la ingesta de líquidos y de sodio es adecuada.
- Revisar la lista de los medicamentos que utiliza el paciente, y valorar si alguno puede causar problemas en caso de altas temperaturas.
- Prestar especial atención a los antiinflamatorios y diuréticos, ya que pueden causar alteraciones renales y afectar a la regulación corporal de los líquidos.
- No prescribir paracetamol en caso de fiebre debida al calor, ya que no es eficaz para tratar la insolación.
- Insistir en no tomar medicamentos sin consejo médico, incluidos los medicamentos sin receta.