Introducción
La gripe aviar es una enfermedad infecciosa de las aves causada por cepas A del virus de la gripe, con un nuevo subtipo de dicho virus, para el cual la población humana no tiene inmunidad previa, lo que produce una alta susceptibilidad en toda la población.
Hasta el momento hay que destacar que no se han documentado casos de transmisión de gripe aviar (H5N1) entre humanos.
La probabilidad de desarrollo de una pandemia es directamente proporcional a la capacidad que puede adquirir el virus para transmitirse entre personas de manera eficiente.
En la mayoría de casos, la gripe aviar en humanos parece iniciarse con un cuadro agudo con fiebre, tos, malestar general y dificultad respiratoria que van evolucionando a un cuadro más grave e incluso la muerte.
El riesgo biológico es el más frecuente en el medio sanitario y cualquier enfermedad infecto-contagiosa que padezcan o sean portadores los pacientes supone un riesgo para el personal.
Mecanismo de transmisión de la gripe humana
Periodo de transmisibilidad: las personas infectadas por la gripe humana eliminan una mayor cantidad de virus en sus secreciones respiratorias en las etapas precoces de la enfermedad, el periodo de máxima transmisibilidad se inicia 24 horas antes de la aparición de los síntomas y persiste durante el periodo sintomático, generalmente hasta 3-5 días tras la aparición de los síntomas.
La principal vía de transmisión de la gripe humana es la que se produce a través de las gotitas de Pflügge originadas al hablar, toser o estornudar por la persona infectada alcanzando posteriormente las mucosas oral, nasal o conjuntival de un nuevo huésped. Estas gotitas no permanecen suspendidas en el aire, sino que se depositan rápidamente, por lo que sólo permiten la transmisión a una distancia de algo menos de 1 metro.
También se produce transmisión por contacto directo de las mucosas con las secreciones espiratorias de una persona infectada o, de forma indirecta, a través de las manos u objetos recientemente contaminados.
Pautas de actuación de los trabajadores para el control de la infección
En las medidas de control de la infección en los pacientes sospechosos o confirmados de padecer una gripe por H5 se deben aplicar las precauciones universales, las precauciones de contacto, de transmisión por gotas y de transmisión aérea.
Medidas generales de higiene
Tanto los pacientes, como el personal sanitario o los familiares deben seguir estrictamente las medidas generales de higiene para minimizar la transmisión de la gripe: utilizar pañuelos de papel de un sólo uso, cubrir la nariz y la boca al estornudar o toser, lavado o asepsia de manos después de toser, estornudar o tras el uso de pañuelos y evitar tocarse los ojos o nariz para prevenir la contaminación de las mucosas.
Cuando alguna zona de la piel haya sido contaminada con sangre, fluidos corporales o deyecciones debe lavarse lo antes posible, de forma suave, pero minuciosamente con jabón y agua corriente caliente.
Lavado de manos
El lavado correcto de manos es una medida fundamental de prevención. Se deben lavar las manos o realizar una asepsia de las mismas antes y después del contacto directo con casos sospechosos o confirmados de gripe, o tras el contacto con sus artículos personales o de su entorno inmediato. Las manos contaminadas con secreciones respiratorias o visiblemente sucias se deben lavar frotándolas con jabón líquido ordinario o jabón antiséptico durante al menos 10-15 segundos, aclarar con abundante agua corriente y secarse con papel desechable. Este método es eficaz para limpiar la suciedad y materia orgánica, así como para eliminar la flora transitoria. Si no hay lavabo disponible se puede utilizar un antiséptico líquido de tipo alcohólico, u otro autorizado al efecto (durante 30-60 segundos).
Equipos de protección personal (EPP)
Para que los equipos de protección personal sean efectivos es esencial la formación del personal sobre su uso adecuado.
Equipos de Protección Respiratoria
Para el uso adecuado de los protectores respiratorios debe tenerse en cuenta lo siguiente:
Deben ajustar perfectamente al perfil facial (difícil de conseguir cuando el sujeto lleva barba). Para comprobar el ajuste se cubre la mascarilla en su totalidad con las manos, se procede a espirar el aire suavemente y si éste escapa alrededor de la cara en lugar de salir a través de la mascarilla, debe recolocarse la misma y efectuar una nueva prueba. Luego se realiza una inspiración, con la que la mascarilla debe deprimirse ligeramente hacia la cara.
No deben reutilizarse en caso de una exposición en el entorno de un paciente con gripe. Podrían reutilizarse si se han utilizado en zonas donde no haya pacientes sospechosos o confirmados de gripe A (H5N1).
Ante una situación de falta de suministro de mascarillas, se valorará también su reutilización siguiendo las siguientes indicaciones:
Se deberá anteponer una mascarilla quirúrgica que proporcione protección de barrera frente a gotas grandes
Se sustituirán según el tiempo de uso y cuando la respiración sea dificultosa
Se conservarán en lugar limpio y seco
No se esterilizarán previamente a su uso
Las restricciones médicas para la utilización de los protectores respiratorios son:
Enfermos con EPOC (bronquitis crónicas / enfisema)
Asmáticos
Enfermos cardiovasculares
No están diseñadas para niños
Los protectores respiratorios con sistema valvular no deben ser utilizadas en ambientes estériles (ej: quirófanos); ante la necesidad de una cirugía en un paciente con gripe A/H5 se utilizarán protectores respiratorios sin válvula.
Algunos respiradores contienen látex en la banda elástica de ajuste y en la membrana de exhalación, por lo que no deben ser utilizados por personas con alergia conocida al látex.
Recomendaciones de utilización:
Utilización de mascarilla quirúrgica:
Se utilizará por:
Todos los casos confirmados o sospechosos de gripe aviar
En las personas que han estado expuestas a algún caso, debería considerarse la utilización de mascarillas durante el periodo de incubación de la enfermedad hasta descartar la aparición de sintomatología
En el personal sanitario en contacto con casos o sospechosos cuando no estén disponibles los protectores respiratorios, por problemas en el suministro u otros factores. La eficacia de la mascarilla quirúrgica, incluso utilizando varias a la vez, es mucho menor que la de los protectores respiratorios, pero podrían ser utilizadas si éstos no estuvieran disponibles
En periodo de pandemia, por todas las personas que se encuentren en centros asistenciales, especialmente en salas de espera en áreas de riesgo
Utilización de protector respiratorio FFP2:
Se utilizará en los procedimientos rutinarios de aislamiento, para las precauciones de transmisión aérea ordinarias, por parte de:
El personal sanitario que atiende directamente a los casos confirmados o sospechosos, o por aquellos que trabajan en situaciones de contacto directo y prolongado con casos
El personal auxiliar incluyendo personal de limpieza, personal de lavandería que pueda tener contacto con el paciente o con restos de sangre, secreciones corporales o deyecciones
El personal de laboratorio que manipula muestras de enfermos
Los familiares que participan en el cuidado de los pacientes
Utilización de protector respiratorio FFP3
El uso de un nivel más alto de protección respiratoria puede ser considerado en los procedimientos que supongan generación de aerosoles (tratamientos médicos con aerosoles, inducción de diagnóstico por esputo, succión o aspiración de las vías respiratorias, intubación endotraqueal, broncoscopios).
Otras medidas de proteccion
Guantes
Se debe recomendar el uso de guantes para proporcionar una barrera de protección adicional con el fin de reducir la potencial transferencia de microorganismos desde los pacientes infectados a los trabajadores sanitarios a través del contacto de las manos con sangre, fluidos corporales, secreciones, deyecciones y membranas mucosas.
Los guantes deben ser utilizados como una medida adicional, y nunca sustituir a las medidas de higiene de las manos.
Como para otras enfermedades transmisibles, los guantes que se recomiendan deben ser de un solo uso, desechables, limpios, no estériles y deben ajustarse adecuadamente. Los guantes no deben ser lavados ni reutilizados.
Ropa de protección, protección ocular, gorros, delantales:
El uso de trajes protectores de manga larga está especialmente indicado para proteger la piel descubierta y para prevenir el manchado de la ropa durante los procedimientos y las actividades de atención sanitaria que se prevé puedan originar salpicaduras de sangre, fluidos corporales o deyecciones.
Los protectores oculares, los gorros y los delantales de plástico (estos últimos en caso de que se puedan producir salpicaduras por sangre, secreciones corporales o deyecciones) son elementos incluidos por la OMS entre los equipos de protección personal que reducen el riesgo de infección si se usan correctamente.
Quién debe utilizar el equipo de protección personal (EPP)
Siguiendo las indicaciones de la OMS, estas medidas de protección personal debe ser utilizadas por:
El personal sanitario que atiende directamente a los casos confirmados o sospechosos o por aquellos que trabajan en situaciones en las que pueda producirse contacto con sangre, secreciones corporales o deyecciones
El personal auxiliar incluyendo personal de limpieza, personal de lavandería que pueda tener contacto con el paciente o con restos de sangre, secreciones corporales o deyecciones
El personal de laboratorio que manipula muestras de enfermos
Los familiares que participan en el cuidado de los pacientes
Entrada en la habitación
Antes de entrar en la habitación asegurarse de que se ha cogido todo el material que vaya a ser necesario utilizar en el interior de la habitación para evitar entradas y salidas innecesarias.
Garantizar que cualquier persona que entre en la habitación vaya provista de los adecuados equipos de protección personal (EPP).
Secuencia para ponerse el equipo de protección personal (EPP):
La bata y el gorro
Máscara o respirador
Gafas o caretas
Guantes
Al salir de la habitación retirar el EPP según el siguiente orden:
Los guantes
Lavado o antisepsia de las manos
Las gafas o careta
La bata
La máscara o respirador y el gorro
Lavado o antisepsia de las manos
Salir de la habitación.
Una vez fuera de la habitación realizar de nuevo la limpieza de manos mediante lavado o antisepsia.
Tanto al entrar como al salir, cerrar siempre la puerta.
Controles sobre el personal expuesto
Los trabajadores sanitarios dedicados a la atención de estos pacientes o expuestos a entornos probablemente contaminados por el virus, deberían:
Observar las medidas de protección respiratoria e higiene de manos en todo momento
Si es posible, elaborar un diario donde anoten los contactos con sospecha o certeza de infección por el virus
En caso de fiebre o aparición de otros síntomas, no deben seguir en contacto con pacientes, deben restringir inmediatamente sus contactos y no acudir a zonas públicas
Comunicar
Al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Área y al equipo o responsable del control de la infección del hospital, la posibilidad de haber estado expuesto al virus, para someterse al test diagnóstico adecuado y tratamiento si precisa. El Servicio de Prevención lo comunicará al Servicio de Medicina Preventiva correspondiente y, en su caso, al responsable del control de la infección nosocomial.
Traslado de pacientes
El transporte de pacientes infectados o sospechosos se reducirá al estrictamente necesario. Las ambulancias para este cometido deberán estar dotadas de cabina para el conductor convenientemente aislada del habitáculo. Los pacientes o sospechosos que hayan de trasladarse, portarán la correspondiente mascarilla quirúrgica para reducir el riesgo de transmisión a los trabajadores sanitarios.
El personal de la ambulancia llevará puesto el EPP desde su entrada al lugar en que se halle el paciente o sospechoso, al que facilitarán la correspondiente mascarilla quirúrgica si es que aún no la portara, y durante todo el trayecto. No viajarán en la ambulancia familiares ni acompañantes, salvo el personal correspondiente.
Después del traslado de un paciente sospechoso o confirmado se deberá proceder a la limpieza y desinfección de la ambulancia siguiendo las instrucciones que se hayan dado al respecto.