La apnea del sueño es una enfermedad muy prevalente en la sociedad. Solo en el Área de Salud Valladolid Oeste (ASVAO) hay unas 6.000 personas en tratamiento por la misma (con CPAP); a las que hay que sumar todos aquellos ciudadanos que la padecen y no están diagnosticados o que, por las características de su caso, no pueden ser tratados de esta manera.

La apnea es un problema de salud que se basa en el cierre de las vías respiratorias durante el sueño. Lo que hace que no llegue oxígeno al cerebro, salte el mecanismo de alarma y te despiertes.

Todo esto deriva en que el paciente no tiene un sueño reparador, ni realiza un descanso correcto.

Lo que deriva, a su vez, en graves y muy variadas consecuencias para su salud y su calidad de vida.

La apnea del sueño puede derivar en infartos durante la noche, síndromes metabólicos (hiperglucemia, hipertensión, lipedema…), alteraciones hormonales, problemas psiquiátricos (ansiedad, depresión), déficit de atención… E incluso accidentes de tráfico.

Para diagnosticarla se realiza una polisomnografía. El paciente duerme en el hospital y se evalúan sus ciclos de sueño mediante observación profesional y sensores. Esta prueba registra las ondas cerebrales, los niveles de oxígeno en la sangre y la frecuencia cardíaca y respiratoria durante el sueño. Además, mide el movimiento de los ojos y las piernas.

Y, tras esto, el tratamiento más frecuente de esta patología es la CPAP (es una máquina que usa presión de aire leve para mantener las vías respiratorias abiertas al dormir).

Pero hay personas que no pueden utilizar este método o que presentan intolerancia al mismo. Por lo que hay que plantear otras soluciones (como la cirugía) que van más allá de la labor de los Neumólogos. Entrando en juego los otorrinos y los profesionales maxilofacial.

En estos casos se lleva a cabo una somnoscopia o DISE (Drug-Induced Sleep Endoscopy). Que es una prueba que se realiza en quirófano.

Al paciente se le seda, con la colaboración del equipo de Anestesia, de manera que se simula el sueño. Y los profesionales de Maxilofacial y ORL registran valores gracias a un sistema de sensores, al tiempo que se usa un fibroscopio para analizar cómo funciona las vías áreas mientras la persona duerme y padece las apneas.

Con los resultados de esta prueba, ambos equipos plantean opciones de tratamiento y se las presentan al paciente.

De hecho, el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid es uno de los pocos de España en los que el equipo de ORL y Maxilofacial trabajan de manera conjunta cirugía de apnea.

Las cirugías en los casos de apnea del sueño pueden tener dos finalidades:

  • Mejorar la adherencia al tratamiento con CPAP: esta máquina insufla aire. Si el paciente tiene las vías aéreas estrechas o cerradas puede molestarle. Si, en quirófano, se abren estas vías, el aparato molestará menos y será posible su uso.
  • Intención curativa: hay casos en las que la apnea viene causada por motivos fisiológicos corregibles o mejorables mediante cirugía:
    • Partes blandas: ensanchar las vías áreas mediante correcciones en las partes blandas del cuerpo (vía área, paredes faríngeas, paladar…), se encargan los profesionales de ORL.
    • Estructura ósea: si el tratamiento requiere la corrección o intervención en los huesos para que la persona pueda respirar mejor (sin que esto cambie la estructura del rostro de la persona), se encargan los profesionales de Maxilofacial. Para esto se utiliza un sistema de planificación 3D, para diseñar la operación y comprobar cómo va a quedar la cara tras ella. El objetivo es mejorar el perfil y expandir la vía aérea, manteniendo la imagen facial. (Cambiar los huesos sin que se note).

2024-10-01 Cirugía Apnea EL MUNDO (1.3 MB ) (3 páginas)

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