Durante el congreso anual de la Sociedad Castellano y Leonesa y Cántabra de Patología Respiratoria (SOCALPAR), celebrado en Ávila los días 6 y 7 de mayo, se han entregado los diplomas de reconocimiento de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) a la labor realizada por las UCRIS durante la pandemia por COVID-19, con motivo del año SEPAR 2021-2022 dedicado a estas unidades.
Uno de dichos reconocimientos en Castilla y León ha correspondido a la UCRI del servicio de Neumología del CAULE, cuyas responsables son las doctoras Silvia Fernández Huerga y Paola Gudiel Arriaza.
Las UCRIS se definen como áreas de monitorización y tratamiento de pacientes con insuficiencia respiratoria aguda o crónica agudizada, ocasionada por una enfermedad primariamente respiratoria con un nivel de gravedad intermedia. Su objetivo es la monitorización cardiorrespiratoria y/o el tratamiento de la insuficiencia respiratoria mediante soporte respiratorio no invasivo (SRNI) de pacientes que no precisan o no se benefician de ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pero que, por su complejidad, no podrían recibir los cuidados adecuados en una planta convencional hospitalización convencional.
La UCRI del CAULE, que entró en funcionamiento en noviembre de 2021, está ubicada en el servicio de Neumología, que dirige la doctora Elena Bollo. Cuenta con seis camas en cuatro habitaciones individuales y una doble, así como con 11 ventiladores y hasta 8 dispositivos de alto flujo. Las habitaciones están monitorizadas, las 24 horas al día, con cámaras de videovigilancia y con dispositivos de telemetría para conocer la saturación respiratoria, la frecuencia cardiaca y otros parámetros imprescindibles para el control del paciente. Asimismo dispone de un ecógrafo portátil.
El papel de la UCRI está siendo fundamental pues, gracias a sus medios, evita derivaciones a la UCI, a la que ha aliviado especialmente durante la sexta ola de la pandemia de covid-19.