Síntomas de la enfermedad
Muchas personas que padecen ERC no manifestan ningún síntoma, debido a que el organismo puede seguir funcionando con aparente normalidad aunque los riñones pierdan parte de sus funciones. La función renal puede llegar a mantenerse incluso con un solo riñón funcionante.
Por eso no es infrecuente detectar una ERC en un análisis rutinario de sangre o de orina. Pero cuando los riñones siguen perdiendo función y la ERC progresa hacia una insuficiencia renal, y una vez establecida, los signos y síntomas comienzan a ser evidentes; entre ellos se incluyen:
- Cansancio, astenia
- Pies y manos hinchadas, por el líquido acumulado por la falta de capacidad de filtrado de los
riñones
- Hipertensión arterial
- Picores en la piel, por el acúmulo de productos tóxicos que no se eliminan y hormigueos.
- Pérdida de apetito, náuseas
- Anemia
- Necesidad de orinar durante la noche ya que, debido a la posición horizontal, parte de los líquidos
que mantenían hinchadas las partes inferiores del cuerpo vuelven al torrente sanguíneo y se
siente la necesidad de orinar (este síntoma es común a diversas enfermedades, tales como la
insuficiencia cardiaca y todas aquellas que comprometan el sistema circulatorio..).
- En determinados grados de insuficiencia renal se puede producir disfunción eréctil en los hombres
lo que puede dificultar las relaciones sexuales.
- En estados más avanzados o graves puede aparecer un síndrome urémico que incluye
manifestaciones digestivas, neurológicas y cardiovasculares y cambios en los iones y pH de la
sangre que pueden requerir tratamiento con diálisis.
Es muy importante, por tanto, que los pacientes afectados por una ERC sigan todas las recomendaciones y tratamientos para evitar la progresión de la insuficiencia renal.