¿Se hereda la demencia?

La mayoría de los casos de demencia no están originados por alteraciones de los genes. Menos del 1% de todas las demencias neurodegnerativas están producidas por una alteración genética. En estos casos sí se puede heredar.


¿Cuáles son los factores de riesgo de las demencias?

Algunos factores y situaciones aumentan el riesgo de sufrir demencia. Estos factores se pueden clasificar según su capacidad de modificación:

  • Factores que no son modificables: como la edad avanzada o los que están originados por predisposición genética.
  • Factores que sí son modificables:

- Enfermedades como la hipertensión arterial, la obesidad, el colesterol elevado, la depresión.

- Factores de riesgo relacionados con los estilos de vida: como el consumo de tabaco y alcohol, dieta alta en grasa, el sedentarismo o tener una baja actividad intelectual.

- Factores sociales como el bajo nivel de escolarización, el aislamiento social, estar en contacto con sustancias tóxicas, como los pesticidas.


¿Se puede prevenir la demencia?

La demencia se puede prevenir o retrasar la edad de aparición en la medida en que se puedan modificar los factores de riesgo descritos en el apartado anterior. De ahí la importancia de promover los estilos de vida saludable desde la infancia y el envejecimiento activo y saludable basado, según la OMS, en los siguientes pilares:

  • Competencias para la vida autónoma.
  • Mantener relaciones sociales para evitar el aislamiento social.
  • Promoción del conocimiento y adquisición de habilidades.
  • Hábitos saludables: una dieta suficiente, equilibrada y variada rica en ácidos omega 3 como el salmón, frutos secos o aguacate. Aporta beneficios en el caso de la enfermedad de Alzheimer.

Recomendaciones para prevenir la demencia:

  • Control de los factores de riesgo cardiovascular: hipertensión arterial, diabetes mellitus, tabaquismo, colesterol y obesidad.
  • Realizar ejercicio físico diario, entre 40 a 60 minutos al día.
  • Tener una actividad intelectual diaria como leer, memorizar o aprender, se trata de evitar que el cerebro se atrofie.
  • Cuidar el estado psicológico y para ello hay que evitar las situaciones que nos generan estrés.
  • Respetar las horas de sueño y descanso y sobre todo tener tiempo para la calma y la relajación, que se conviertan en prácticas habituales.