Frente a lo que ocurre con la hiperplasia benigna de la próstata (HBP), el cáncer de próstata puede permanecer asintomático durante mucho tiempo, sin causar manifestaciones que dificulten la eliminación de la orina. En las primeras fases, cuando el tumor está limitado a la próstata, puede ser asintomático o acompañarse de síntomas obstructivos leves atribuibles a una hiperplasia benigna:

- Necesidad imperiosa de orinar y aumento de frecuencia de las micciones, especialmente por la

noche (nicturia)


- Dolor o escozor al orinar (disuria)


- Dificultad para comenzar a orinar y sensación de que cuando se termina la vejiga no se ha vaciado

por completo.


- El chorro de la orina es débil y tiene poca fuerza


Cuando los tumores son localmente avanzados se acompañan de síntomas obstructivos claros, además puede haber hematuria (sangre en la orina) o signos de infección (estos dos últimos son poco frecuentes).


Cuando se trata de tumores avanzados puede aparecer edema o hinchazón de piernas (debido al crecimiento de ganglios linfáticos regionales), dolores óseos (por extensión tumoral al hueso) e incluso debilidad o pérdida de fuerza en piernas (compresión de la médula espinal).