Atención a la persona con demencia
La atención a la persona con demencia va a depender de la fase de la enfermedad en que se encuentre.
El objetivo principal de una persona cuando asume los cuidados es dirigir sus esfuerzos para conseguir la mayor autonomía posible de la persona con demencia.
En las fases más iniciales, la persona con demencia requerirá supervisión y vigilancia por parte del cuidador pero es conveniente que siga realizando las actividades de la vida diaria porque en estas fases iniciales aún mantiene la capacidad para llevar una vida independiente a nivel doméstico.
A medida que la enfermedad avance, la persona con demencia tiene disminuida o anulada la capacidad para llevar a cabo, por sí misma, las acciones adecuadas que satisfacen sus necesidades básicas de la vida diaria como comer, vestirse, asearse, usar el inodoro (W.C.) y caminar o moverse o las actividades derivadas de su situación de dependencia como pueden ser tomar la medicación, ir a las consultas, desplazarse fuera de su domicilio, relacionarse con otras personas, hacer compras, realizar gestiones u otras en las que vea disminuida su capacidad para realizarla.
En este apartado se exponen algunos de los cuidados que puede prestar, pero tenga siempre en cuenta que su responsabilidad no es la de curar sino la de "cuidar". Por tanto, siga siempre los consejos que le dará el personal sanitario tanto para prevenir como para cuidar ante determinadas situaciones.
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