Estudio esófago-gastroduodenal. Tránsito intestinal
¿Qué es un estudio esófago-gastroduodenal o un tránsito intestinal?
El estudio esófago-gastroduodenal es una prueba diagnóstica con contraste que permite obtener imágenes del esófago, el estómago y el intestino delgado.
Para obtener estas imágenes es necesario administrar un contraste de bario por vía oral, lo que permite visualizar el interior del tubo digestivo en las radiografías.
Cuando la exploración se extiende a todo el intestino delgado se denomina tránsito intestinal.
En la técnica llamada de doble contraste, además del contraste de bario se utiliza también aire como contraste lo que permite una imagen más detallada del estómago.
Esta prueba permite diagnosticar enfermedades como hernia de hiato, úlcera, crecimientos anormales, cicatrices o estrechamientos o divertículos.
¿Necesita preparación previa?
Es un procedimiento ambulatorio que no requiere ingreso hospitalario.
Para realizar la prueba se necesita que la parte superior del aparato digestivo esté vacía. Es importante que siga las instrucciones que le den para que la exploración se realice correctamente.
En general, consiste en tomar una dieta determinada durante dos o tres días antes de la prueba y, desde 7-8 horas antes de la exploración radiológica, deberá estar en ayunas. Durante estas horas tampoco se puede fumar ni mascar chicle.
Procure llevar ropa cómoda y suelta.
La prueba se realiza sin objetos metálicos como pendientes, anillos, collares, piercing. Deberá quitarse aquellos que estén en la zona del cuerpo que se va a explorar. Deje todo lo que pueda en casa.
Antes de someterse a la prueba deberá firmar el consentimiento informado, mediante el cual se acepta la realización de la prueba, con el conocimiento de sus posibles riesgos.
¿Cómo se realiza?
Previamente a la prueba, le darán la bebida que contiene bario para que se la tome.
En algunos casos, puede ser necesaria la administración de un fármaco intramuscular para enlentecer el tránsito intestinal.
Para la exploración, se quitará la ropa y se pondrá una bata antes de acostarse en la camilla.
Durante la prueba, se van tomando las imágenes con la persona quieta en distintas posiciones.
Si le realizan la técnica de doble contraste, tendrá que tomar una sustancia que formará gas al mezclarse con el líquido de bario. Después tomarán nuevas imágenes.
El examen dura de 20 minutos a 2 horas, si la exploración incluye el intestino delgado.
¿Qué se siente?
La bebida de bario es líquida, de color blanquecino y tiene un sabor terroso.
La prueba generalmente no provoca ninguna molestia. Posteriormente, puede sentir el abdomen hinchado y náuseas, pero suele durar poco tiempo.
La bebida administrada se elimina por las heces. Los días siguientes las heces pueden ser blanquecinas o más claras.
Es conveniente ingerir abundantes líquidos, como agua o infusiones, para eliminar el bario que haya podido quedar.
Después de la exploración, puede comer y beber normalmente.
¿Tiene riesgos?
Todas las pruebas que emiten radiación, por pequeña que esta sea, han de estar justificadas e indicadas por un médico. Es quien valora la oportunidad de hacerla siempre que el beneficio sea mayor que el riesgo.
Las mujeres embarazadas, o con posibilidad de estarlo, no pueden realizar esta prueba.
Debe informar al médico de la presencia de cualquier problema de salud que pueda que pueda empeorar con la realización de la prueba.
Debe informar al médico sobre todos los medicamentos que esté tomando. Comunique también si tiene alergias conocidas a medicamentos u otras sustancias.
Es una prueba segura. Las complicaciones son muy raras.
Los días siguientes a la prueba, puede padecer estreñimiento. Es un efecto secundario del bario que se ingiere en la preparación. Para evitarlo, es conveniente que beba mucho líquido a lo largo del día.
Consulte con un médico si el dolor abdominal es intenso, si tiene fiebre o si el estreñimiento dura más de dos o tres días.